Hace tiempo que espero ... (Soneto blanco)

Hace tiempo que espero las palabras
que un día me quisiste repetir,
aquella clara noche en que la luna
te conminó a romper tu rigidez;

fue entonces que las vi balancearse
como dos trapecistas sin sus redes
antes de ejecutar su triple salto
y trascender tus labios de salitre.

Mas tu gélido aliento las contuvo,
tiritaban al borde de tu boca
y en el sonido mudo de tu voz;

como eternas crisálidas que esperan
una brizna de amor, tan solo un soplo,
que libere por fin aquel te quiero.​

 

cómo cuesta a veces escuchar esas palabradas capaces hasta de sanar las heridas y seguimos a la espera...
dolientes versos nos regalas bella Isabel con la maestría de tu pluma y el vocablo del alma, cariños y siempre grato pasar por tu espacio y cortar un manojo de versos y ponerlos en el jarrón del alma,
abrazo desde mi alma hasta la tuya,

ligiA

 

Hermoso es también tu comentario, apreciado Ubaldo, mi gratitud por tu amable mirada sobre mis versos.
Saludos cordiales.

 

¡Hola Paolo!, efectivamente sería maravilloso que aquello que decimos para conquistar el amor de la persona amada, a lo largo de los años se siga diciendo desde lo más profundo de su alma, que no se queden ahí entre los labios como si se sintiera vergüenza de decirlas, a veces ¡que bueno sería dejar volar un" te quiero"!que parece tan evidente como para no necesitar palabras, pero, cuánto bien nos haría escucharlo.
Mil gracias.

 

Querida Ligia, siempre con esa lectura tan especial que haces desde un alma a otra, ¡gracias!. Si, nos han dicho siempre que los hechos no necesitan palabras, pero cuando los hechos son rutina y las palabras quedan presas en los labios, entonces el amor, que es una planta tan delicada, va secándose casi sin percibirlo, hasta morir.
¡Que grato se me hace encontrarme con tus nobles palabras Ligia! Gracias querida poetisa.
Un abrazo desde mi alma a la tuya,
Isabel.

 

Gracias Jorge, la verdad es que los sonetos blancos son cada vez más dificiles para los que llevamos la rima ya metida en la mente, pero a mi me apasionan.
También yó tengo esa condena de la que hablas, será por eso que dicen que, con los años se gana en sabiduría, lo cierto es que de joven siempre estás proyectando futuro y con los años, "rumiamos" el pasado pensando en lo que pudo haber sido si ...Tú piensas en lo que debías haber dicho si hubiras encontrado las palabras...y yo pienso que debía haber sido más tolerante, menos exigente en los detallles, pero cada edad tiene sus prioridades. De todas formas creo que, quizás, el hombre se emplea a fondo en el periodo de conquista y luego cree que repetirse, en lo que está claro para él, sería una cursileria; las mujeres, sin embargo, quisieramos que ese tiempo fuera eterno...
Un abrazo.

 

Gracias Luis Adolfo, no se yo si esa regla es muy general jaja..aunque en eso también las generaciones juegan un importante papel.
Creo que a mayor sensibilidad, mas temor a ser dañados; como las ostras que se cierran y cuesta mucho abrirlas, la naturaleza las prepara para protegerse, pues llevan dentro una perla y si se la roban las dejan vacías. Hombre o mujer da igual, los seres con mayor sensibilidad desarrollan un caparazón más duro...como diría Jmacgar ¡que cosas tiene la naturaleza!
Estoy segura de que con tu empeño lograras un hermoso soneto blanco muy pronto.
Gracia por tu atenta lectura.
Un abrazo

 

Respecto a "la primera vez", creo que tambien eso ha cambiado hoy en día, por lo que compruebo a mi alrededor, la gente es más lanzada; pero es cieto que siempre tuvo más suerte aquél que se atrevía a dar el paso, si no ¿cómo ibas a saberlo? Recuerdo que en mi adolescencia había un programa de radio, "La ronda" se llamaba, en que me dedicaba canciones un admirador secreto y ahí me quedaba yo imaginandolo como el mismísimo Alain Delon.
Un abrazo.

 

Gracias atila, es una enorme alegría para mi tu generoso comentario, estimado compañero.
Un abrazo poeta

 

Hola Fernando, gracias por posar tu mirada en estos versos y por tu amable comentario. El placer es mío compañero.
Mis más cordial saludo poeta.

 

Gracias, querida Mariluz; yo me siento feliz de que hayas dejado tu huella en este espacio, amable poetisa.
Un fuerte abrazo.