Advertencia

Cuando comience a pasar el tiempo,

allá tan lejos,

en ese radiante mundo que inventaste,

y te des cuenta que lo que tienes,

lo que has logrado y lo que has conseguido,

no es lo que llena tu codiciosa alma,

ni tampoco, es lo que hace latir tu corazón,

te inundará una sobredosis de mi recuerdo,

y la nostalgia de mi amor te abrazará como noche,

ese amor del bueno y blanco, que solo yo te podía dar.

Porque entre tanta mentirosa realidad,

reposar entre mis brazos fue lo más verídico que has vivido,

entonces,

vagarás como un loco por las calles oscuras de la nada,

rogando que aún no me haya ido para siempre,

y que aún conserve un poco de ese antídoto mágico,

que hacia aparecer tu verdadero ser,

con una sola de mis miradas.

Si a pesar de tus gritos, de tristeza y de dolor,

yo no regreso,

no le quedará otra opción,

a tu malherido, humillado y pobre corazón,

que desfallecer lentamente sin consuelo,

suplicando, implorando y rogando

un solo poco de mí…​

 

Haaaa pooemazoooo, ¡¡¡Sublime¡¡¡ Con esa sentencia tiemblan hasta las piedras hermosa Catina. Con mi aplauso y felicitación. Besos.

 

Gracias amigo ...abrazos para tí..

 

Excelentes versos sin duda.
Un gran hallazgo tu poesía.
Besos.

 

Muchas gracias por pasar por mi rincón,saludos cordiales para ti.

Gracias por tu comentario, muchas gracias por detenerte un poco en mis letras.Un abrazo desde Chile.

 

Estimada Catina, un poema que se clava con el acero del karma sobre el pecho de quien fue el amado; su camino (el de él) lleva una estela de angustia y un melancólico perfume donde quiera que vaya; pesa a sus intentos de volver por el mismo camino: la puerta está cerrada.
"Sólo se sabe lo que es bueno una vez que ya no está"

Felicidades por tan sentido poema, un gusto poder disfrutarlo.
Un abrazo.
Darío.