Moradas (Tronante)

Su morada, si estuve, fue nada
ni consuelo, si acaso, un anhelo.
¡Cuánto anhelo en aquella morada!
Después nada, ¡qué poco consuelo!

Tu Morada, Verdad y consuelo,
es mi nada colmada de anhelo.

 

Ayyy Salva, queremos morar donde residen el amor y la paz, desearlos es el más dulce anhelo, a veces habitamos ese plano tan bello y creemos estar en el mismo cielo y, a veces, es la nada aquello de que disponemos. De ilusiones también se vive cuando creemos no tener nada, pero tener alguna es un gran consuelo. Tus versos son profundos, muy profundos y muy intensos. Encantada de leerte mi poeta de la poesía, siempre feliz y contenta de pasar por tu entrañable morada............................muááááckssss...

 

Muy hermoso tu poema que me ha encantado leerte. Un fuerte abrazo amigo.

 

Que bueno el tronante, cuanto me gusta , marga

 

Muchas gracias, mi querida amiga, por este comentario en el que vuelcas tu esencia amable haciéndote con lo que quise transmitir de manera certera y regalando esas palabras y emociones hermosísimas que salen de tu corazón.
Ya sabes que te admiro y tienes todo mi cariño. Siempre tuyo,
Salva.

 

Muchas gracias, querida Paloma, por tu acercarte a estos seis versos con tu mirada amable.
Un abrazo fraterno.
Salva.

 

Celebro que hayan sido de tu agrado, querida Marga, estos seis versos. Muchas gracias por tu amable compañía.
Con afectos, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, querida Isabel, por tu valiosa compañía y este comentario que, como todos, guardaré. ¿Sabes? Me acordé cuando lo estaba confeccionando de quien me enseñó los secretos del tronante que lo hizo con detalle y dedicación. Me refiero a nuestro querido Edelabarra. ¡Qué gran maestro!
Para ti un abrazo pleno de agradecimiento.
Salva.