Días De Lluvia

Puede estremecerse la piel
con el desvanecer de la lluvia
hecha espíritu por el calor.

Y sentir como su cuerpo lento
se vuelve alcohol en la ropa.

Pero entristecerse por la tiniebla
que cierne su mano blanda
en un día encapotado,
nos devuelve vulnerables
a la nostalgia dormida
de la memoria.

Ahora recojo las cenizas
que la tormenta deja olvidadas,
y me tizno los dedos de humedad sombría.
Esos dedos que fueron abrigo de tus pechos,
armas de amor sin las prisas del sueldo,
vaso vacío de otras aguas,
silencio engendrado de un verano
que habla sin gestos sobre el invierno.

Nada más nacer del musgo transparente,
me hago humano de rodillas,
para seguir trabajando en el remedio
que me erija el preso del mes.
Pero no escuchan los dioses
cuando no gritas con fe,
ni siquiera nosotros nos oímos.
Y sólo una bolsa con treinta y tres monedas
zarandea nuestro interés
y capitanea nuestro esfuerzo.
La última vez que vi a mi ilusión
agonizaba adolecida de suspensión de pagos.
Y es que la suerte la pringó
de alguna estupidez venérea.

 

Bravo!!! que buen uso de las metáforas para crear estas imágenes excelentes...saluditos

 

Supongo que fuimos más libres de lo que somos y tuvimos ilusiones que el tiempo mató o traicionó. Siempre interesantes tus poemas, con ese juego de metáforas que tan bien dominas. un saludo.

 

Muchas gracias rosana,
tu linda presencia obliga al sol a salir
y me dedica una sonrisa.

Un besote.

 

Gracias, poeta,
siempre es un honor recibir tus halagos,
inmerecidos pero imprescindibles para mí.

Un cordial abrazo.

 

El recuerdo férreo a humedecido en olores
mis manos extendidas de tardes marchitadas,
de todas mis esperas bajo la lluvia sin arco de colores.
Volviendo loco al corazón sobre mis espaldas mojadas.

Un veradero honor leerte, magnifica vuestra composición.

Un abrazo AMIGO.

 

Puede estremecerse la piel
con el desvanecer de la lluvia
hecha espíritu por el calor.

Y sentir como su cuerpo lento
se vuelve alcohol en la ropa.

Pero entristecerse por la tiniebla
que cierne su mano blanda
en un día encapotado,
nos devuelve vulnerables
a la nostalgia dormida
de la memoria.

Ahora recojo las cenizas
que la tormenta deja olvidadas,
y me tizno los dedos de humedad sombría.
Esos dedos que fueron abrigo de tus pechos,
armas de amor sin las prisas del sueldo,
vaso vacío de otras aguas,
silencio engendrado de un verano
que habla sin gestos sobre el invierno.

Nada más nacer del musgo transparente,
me hago humano de rodillas,
para seguir trabajando en el remedio
que me erija el preso del mes.
Pero no escuchan los dioses
cuando no gritas con fe,
ni siquiera nosotros nos oímos.
Y sólo una bolsa con treinta y tres monedas
zarandea nuestro interés
y capitanea nuestro esfuerzo.
La última vez que vi a mi ilusión
agonizaba adolecida de suspensión de pagos.
Y es que la suerte la pringó
de alguna estupidez venérea.

Sólo puedo aplaudirte y admirarte ,leerte es aprender y disfrurar cada verso.
Mis cinco estrellas , que son pocas para tu excelente trabajo.
Un beso​

 

Que bien, me gustó tu final, tan necesitado el cuerpo como el alma, hay que tener cuidado con las estupideces venereas que bien que cuestan...

Un saludo amigo

Eugenio

 

Férrea es tu condición lectora,
combinada con piel de melocotón en palabras.

Un abrazo, AMIGO, junto a mi admiración.

 

Excelente compañero, saludos.

 

No merezco tanto halago,
pero que bonito es recibirlo.

Un besote, amiga.
Celebro que dispongas de más tiempo,
espero que sean vacaciones.

 

Muchas gracias Eugenio,
por tu presencia.

Encantado de conocerte.

Un abrazo.
Tomeu

 

Gracias magndon, siempre es un placer tu visita.

Un abrazo desde Mallorca.

 

Ufffff. Madre mía!!!! Este es para leer, releer y requeteleer porque a la primera es imposible embriagarse de tanta maravilla.

Vaya tardecita más chula que estoy pasando!!! HURACANADA diría yo!!!

 

"Nada más nacer del musgo transparente,
me hago humano de rodillas,
" Este poema es una hermosa danza de metáforas. Un abrazo azul clarísimo

 

Yo solo me quede atrapada en el titulo porque soy amante de los dias de lluvia, es que fue un dia lluvioso cuando llego un viento azul a mi ventana...

Besitos tricolor hasta tu mundo,

 

Yoli, amiga mía, ojalá este viento te lleve mil felicidades,
que sin demora te deseo.

Besos de azul, confitados de mar.

 

Muchas gracias mujer, desde los azules linajes.

Un besote.

 

Desde esa ventana, niña,
sueñan los vientos acariciar tu sonrisa.
Y yo, en la cola de la añoranza,
espero mi turno en tu corazón.

Besos y más besos,
silvestres y domesticados.