Cursi (Hay que ser demasiado poeta para morirse de tristeza)

Estaba estacionado otra vez entre pelícanos
verdes
azules en los ojos dolidos
manchas de sal y arroz los párpados
y el reclamo agrio de un puente hecho para volar cuesta abajo.

Estaba desnudo de la piel hacia adentro.
Tenía el desgraciado frío del metal encajado en no sé dónde;
un lugar entre el esternón y el alma
que duele.
Duele el muy maldito

da rabia...

Era tarde y domingo, una cerveza
caliente
con agua de mar
abajo pululaban los cangrejos.

Y yo me sentía cercano a emular a la Storni,
mas no en un mar gris
sino en el rabioso mar azul y traicionero
cerca de los uveros de la playa
con las 82549 medusas copulando indiferentes
para perpetuar la vida.

Yo quería ser Vallejo

...

pero hay que ser demasiado poeta
para morirse de tristeza.

​

César el loco. 2018, julio y maldita sea que ni siquiera haya luna, carajo!​

 

Dolidos versos que laceran de tristeza de la piel hacia adentro,
Yo sí dejo mis saludos y un abrazo al Poeta que comparte su sentir en cada letra.

 

Muchas veces tocamos fondo y como el fénix resurgimos y nos levantamos, nos sentamos junto a la soledad y la soledad no es buena consejera, hermosa tristeza la leída, saludos.

 

Gracias por tu generosidad. Duele que no haya luna cuando se la necesita. Apenas una noche parda, sin lluvia, sin brisa, sin cuchillas, sin nada.
No me entiendas mal. ¿Felicitar un poema cuando la poeta dice que muere de tristeza? Y si no puedo abrazarte es tan solo porque me encuentro lejos.

Gracias por haber estado aquí.

 

Gracias. Un apretón de manos cordial, mi compa.

 

Los semtimientos del poeta brotan desde el fondo del alma para crear bellos y sentidos poemas como este. Saludos y Bendiciones.

 

Lourdes, un saludo agradecido, lleno de alegría por su presencia. Que tenga un excelente día.