Bebida X y potente imán.

Podría ayudarte,
a que remontaras el vuelo,
en tu búsqueda, que es la meta,
de un mañana mejor.


Pero ha de nacer de ti, la alegría,


que no es placer, sino redondez
de un planeta. Volumen y sujeción.
Círculo: Rodar, rodar y rodar películas de cine.
Y Juventud, ¡ Divino tesoro !


Encontré en un herbolario, pasta dentífrica,


sin flúor, y cuyo ingrediente más llamativo,
es el agua del Mar.
También he adquirido, en una ferretería,
un imán de neodimio, patentado por General Motors,


en 1982. Me servirá para convertir la bebida X,


que contiene sal marina gorda,
sal del Himalaya, sal gris francesa,
y abundante agua dulce, en poso de Sabiduría,
o Santo Grial, al florecer en ese mejunje,


sus metales monoatómicos. Ormus


o Manná egipcio.
Para mayor concentración mental.
Y la conexión entre ambos hemisferios cerebrales:
Izquierdo, lenguaje oral y medidas de Tiempo.


Derecho, espacio, pintura y lenguaje musical.

 

Me alegro, Bristy.
Espero que no te den empujones y escobazos, por arrimarte a mí.
Ya sabes que soy la fruta prohibida, y que la gente prefiere ignorarme.
No se lo echo en cara, no obstante.
Pues sé que apenas gatean, y manejan chupetes y biberones, como si nunca hubieran cumplido más de tres años de edad.

 

Siempre encuentro excelentes tus propuestas, con ese sentido del humor, querido amigo Nommo. Saludos, que vaya todo estupendamente.

 

Tribu Zen, agradezco tu esfuerzo, para acercarte a mí, ahora que he sido abandonado por el pueblo.
Bristy, no sabes por todo lo que he pasado, para probar un pedazo de pan.
He tenido que acercarme a la panadería, esta mañana, ¡ Tan temprano !
Por lo menos eran las diez de la mañana. ¿ Te lo puedes creer ?
Y para colmo, ¡ Me he molestado en preparar el café ! En la cocina. Y eso, que lo haga un hombre, es pedirle mucho.
Ahora, que aún puedo, tecleo en mi ordenador personal, palabras que vengo rumiando, desde hace algunos meses. Palabras como: Tesón, perseverancia y esfuerzo. Sobre todo, a la hora de ducharme. Una vez por semana, me mojo, de los pies a la cabeza. ¿ Soy, o no soy un héroe ?

 

¿ Cómo que no tecleas ? Eso no te lo clees ni tú. Pues anda que...
Yo tecleo a menudo. De la A, a la Z. Así es el alfabeto fenicio.
Y los númelos del uno al diez, tan ledonditos, son alábigos.
De Alabia Saudita, mujel. Como el café, que descublielon las cablas,
y daban blincos de aleglía, ante sus pastoles. No sé de qué me hablas.