Mis jefes.

Yo soy hijo de José Guerra
y Concepción Cuevas
y vengo echando letras
y al que le duela, pues, mis jefes son.

Y escribo con la originalidad de mi ‘apa
y el transparente corazón de mi ‘ama
y los gustos del quien los escribe hoy.

Y del infinito
y más, en uno de esos Febreros nací yo
y no, no fue en parís, sino en Aztlán.

Y si, si me voy, me llamas,
y sino, no vives sin mi,
y eso no es más que amor.

Y ya! ya no mas y griegas que
ya me voy.

Fidel Guerra,
United States,
Abril, 2017.

 

Muy bueno jeje
Un placer.

 

Alecc,
gracias que te haya gustado el poema, y por traer, desde un ayer, estas palabras que un día vagaron por esa zona de la imaginación paternal.

La verdad, me causa sorpresas releer lo que, como poetas, ya hemos relegado a la historia de nuestras notas, es como volver a renacer una relación que tuvimos con una musa que, asi pase el tiempo, a la primera línea que leemos, una luz nos proyecta al preciso momento en que la hicimos parte vital de nuestras almas. La otra luz, Y más especial, Y que mucho nos ayuda, es la de los colegas de pluma, o de teclado que se nos llega al ofrecernos su reconocimiento escrito.

Bueno, casi llego al momento especial, al de agradecerte por contribuir con esa primera comunicación que, a mi parecer, es como la fundación de lo que nunca se espera, una atención de tiempo y de letras. Y si, como las Y griegas de mi poema, este tipo de atención se queda para siempre…creo, dear amigazo, is one of the most beautiful manifestations de nuestro espíritu..asi de simple.!

un amable saludo

Fidel Guerra,

 

Siempre hay momentos que se desean volver a vivir.
Y también jamás vivirlos.
Un abrazo.