La luz del amor

La luz que todo mundo necesita
proviene desde el alma y no marchita;
es lámpara que alumbra la esperanza
con rayos luminosos de templanza.


Aquel que la bondad su pecho anida
y tiene del amor savia bendita;
camina por la vida con confianza
y firme y sin temor su paso avanza.


Jamás podrán sentirse derrotados
aquellos que se visten adornados
con ropas de piedad y de terneza


¡Hagamos el edén en esta tierra
sacando la maldad que el hombre encierra
llevando como espada la nobleza!



Este es un soneto pareado ya de la era vanguardista.

Autor: Aníbal Rodríguez.

 

La maldad que el hombre encierra,
si entendemos Bondad, por comprensión de lo abstracto,
sería desinterés, odio, indiferencia, descreimiento,
aburrimiento, tedio, hastío, sopor, plomo, ¡ Hartazgo !


Y como consecuencia, las travesuras.


Las mezquindades...
Las zancadillas y puñetazos en la cara.
¿ Casualidades de la vida ? ¿ Por qué los achuchones
y encontronazos ? ¿ A qué vienen los bastonazos en la coronilla ?


¿ Cómo evitaremos las pedradas en las ventanas ?


¿ Por qué, Zubizarreta ?
¿ Cómo tú, Goikoetxea Uribetxebarría ?
¿ Tú también, Urrutia ? ¡ Vaya semanita !
Dejan moratones y cardenales, todos vuestros pelotazos.


Telefonearé a Monseñor, el Obispo.


" ¡ No, por favor, que nos va a dar una hostia !
¡ Una hostia consagrada !
¡ Con la mano abierta, en todo el rostro !
¡ Nuestro sereno y bello semblante ! "


Haberlo pensado antes...

 

Gracias mil. Me alegra mucho que compartamos esa admiración por el hombre
que a fuerza de paciencia, tesón y gran amor; libero su patria del yugo inglés. Cariñoso saludo con afectivo abrazo.

 

Gracias mil por dejar tus huellas en mis versos. Fraterno saludo.