Viejos huesos.

Siento que los huesos,
son lo más honesto,
tenemos en presente.

Sonreír hacia adentro,
es tan impasible gesto,
mostrando los dientes.

Algunos dicen,
es algo muy triste,
el nacer ya con sepultura.

Todo lo que fuiste,
si nada bueno hiciste,
quien recordara tu cuna.

El sol se oculta,
la escena desdibuja,
desenterradas osamentas.

Soledad angustia,
y un perro degusta,
profanos huesos en conserva.

En esta ciudad,
hay aún peor final,
que dormir bajo concreto.

Regados al azar,
sin honor ni funeral,
polvo que fueron huesos.

No sea yo no seas tú,
sin nombre grabado en cruz,
penando hasta fin de los tiempos.

Flamante ataúd,
avanzar hacia la luz,
y dejas atrás tus viejos huesos…

 

Los viejos huesos, como el atleta Maurice Green,
pisando fuerte. También Leroy Burrell, o Linford Christie.
Alejandro Sanz y Beyoncé Knowles,
¿ Unidos en algún concierto ?


Luis Miguel, Paulina Rubio, Mark Anthony,


¿ Chavela Vargas ? Xuxa, en Brasil, y Julio Iglesias.
Mario Moreno, Cantinflas, Charles Spencer Chaplin,
Groucho, Harpo y Chico Marx,
o en Casablanca, Humphrey Bogart.


O las epístolas de San Pablo, a los Corintios,


Gálatas, Hebreos y Tesalonicenses.
¿ Por qué te recordarían, otros humanos del Futuro ?
Quizá, por la impronta de la raza Uska:
Íbero, beréber, baskón, gaélico, escocés, celta, galo, etrusco.


La genialidad del Príncipe de Persia...


O las curvas de una mujer de bandera,
real hembra que parió a un compositor de música,
todavía, anónimo, pero que según componga alguna sinfonía,
irá aumentando las piezas compiladas en su discoteca.


Te recordarían, entonces, como una cuenta más, en el magnífico rosario.