Decálogo para sobrellevar un encierro forzado

Se puede disfrutar del dividendo
saldando la hipoteca carcelaria
o saltándote pagos del arriendo
del refugio en tu vida solitaria.

Enciérrate tranquilo y sin estruendo.
Organiza tu lista prioritaria.
Descargando los juegos de nintendo.
Recordando tu plática incendiaria.

Aún está de pie el telemercado.
Incrementa tus ventas sin reintegros.
Repara la gotera del tejado.

Alegre sácate los puntos negros
ya que no eres ningún león domado
asfixiado en la casa de tus suegros.




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O simplemente puedes encerrarte escuchando buena música.

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Buena música es lo mejor, pero el rock ahí no más jejeje.

Mi encierro va con buena lectura de poesía, Huidobro, Parra, Borges, y música un poco de yiruma, romántica, blues y jazz...

Abrazos amigo, que tengas linda noche allá en la capital.

 

Cuál capital?
Mejor ni respondas.
Cambio y fuera

 

Me van a sancionar?... grgrgrgrrrr que no eres Santiaguino tú?

 

Mmm, no. Pero escribe bajito.

Besos y gracias.

 

Buenos consejos. Abrazo, Sergio.

 

Creo que el encierro ya está cobrando víctimas virtuales.
Muchas gracias.
Un abrazo, Ángel.

 

¿Y cual es la música buena, Sergio? El grave problema que padece ese noble arte hoy en día es que está al servicio de mezquinos y zafios intereses comerciales para confundir y fomentar con la mayor indecente de las impunidades, oídos desafinados y sordos. He ahí la prueba de la mediocridad más absoluta. Nunca le perdonaré a la industria musical ese pecado intolerable.

Por desgracia, la música, desde hace ya bastantes años, se ha convertido en un simple producto de consumo efímero. Por eso, no es que sea mala, es que es sencillamente perversa.

¿Sigues confinado? Cuídate. Un abrazo.