Dime "tal vez" (*)

Tantas y tantas veces dices nunca
que ya es un modo de decirme siempre.
Si sé de tu jamás que nunca es siempre,
¿por qué decir jamás o siempre o nunca?

Dime tal vez o puede ser, no nunca,
para que lo posible sea siempre,
pues ese puede ser tiene su siempre
igual que ese tal vez tiene su nunca.

Dime apenas, quizá, no ya ni nunca
o ese bastante que me dices siempre
que el tiempo cesa como casi nunca.

Que en el caz del amor no existe el nunca.
Que un solo lapso en el amante es siempre
Que ya en la ausencia un solo siempre es nunca.

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(*) Juego de palabras en forma de soneto, como humilde agradecimiento y en recuerdo
del gran José Hierro, que tuvo en su día la amabilidad de dedicarme su "Cuaderno
de Nueva York", que concluye con el famoso soneto, "Vida", donde magistralmente
juega y juega con la "nada" y el "todo".

 

Estimado Felipe: disfruté de este soneto en el que con destreza, como tú mismo dices, "juegas" con las ideas del todo y de la nada, del nunca y del siempre, del tal vez y del quizá entreverando el matiz amoroso. Un placer.
Con afecto, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Cierto, Felipe, la repetición sistemática de un nunca se convierte, en su rabiosa insistencia, en su propia antilogía, en su contradicción dialéctica al siempre. Tú eres matemático y sabes bien a lo que me refiero. Decir "tal vez" sea más arriesgado a ciencia cierta pero yo prefiero esa sutileza ambigua a todo axioma concluyente. Es más poético.

Pepe Hierro, siempre.

Esbelto y elaborado soneto, amigo. Un abrazo.

 

Sencillamente genial, Felipe. Es un ejercicio complejo del que sales completamente victorioso. Te felicito, gracias por mostrarnos el camino...

 

Muchas gracias, Salvador. Me alegra que te haya gustado.

Recibe un afectuoso saludo, amigo.
Felipe.

 

Me ha gustado ese juego intricado de palabras que le llevan a uno a la reflexión. Magistral. Un saludo muy cordial.
Miguel