Por ahora. (poema burlesco)

Ya de canas se ha vestido mi cabeza,
entre surcos de una calva prominente,
las arrugas son diademas en mi frente
que hacen juego a mi papada cuasiobesa.

Mi bastón —de cuatro patas— se tropieza
con la silla que me mece complaciente
y un estado de letargo permanente
hace ver que avanza rauda mi torpeza.

Con mis gafas (que parecen dos faroles)
ilumino lo que queda de mi mundo,
a ratitos, cuando el sueño no es profundo.

A pesar de mis achaques les confieso
que estoy fuerte y según dice mi doctora
mi 'amiguito' sigue vivo, ¡por ahora!
​

 

La promesa de un paraíso en la tierra,
donde no habrá enfermedades ni dolor sigue vigente.

 

La juventud se lleva dentro Manuel, lo exterior es puro espejismo que no refleja la edad que uno siente tener, tu doctora es muy docta y debes confiar en ella.- Un abrazo.
Miguel.

 

Jajaaaa !!! Mientras no sean 2 los caídos, alegrate, Manuel !!
Un abrazo. Muy bueno.

 

Aleluya! Jeje. Gracias por las letras que sacan sonrisas. Un feliz domingo, Manuel. Saludo cordial. Azalea.

 

Así es estimado Gustavo.
Con la fe puesta en la promesa.
Un gran abrazo

 

Un punto de vista filosófico que comparto contigo Miguel.
Entendiendo el pensamiento de Rubén Darío, que una vez escribió: “Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! pienso que la juventud no esta delimitada por tabla alguna clasificatoria de la edad, se puede ser joven y sentirse un anciano de alma y espíritu y se pueden alcanzar muchos años en la vida y sentir la vitalidad, las ansias y la alegría de los años mozos.
En resumen Miguel, ya con 53 años a cuestas, a ratos me debato entre lo que dicta mi alma y lo que soporta mi fuerza, pero me inclino a creer que mis años son solo juventud acumulada.
Un gran abrazo poeta

 

Por ahora no ha llegado el momento de rendir honores a lo caídos jajaja!.
Saludos hermano
Un gran abrazo y feliz domingo

 

Excelente Manuel, me has hecho reír y eso en los tiempos que acontecen, es de agradecer. Un abrazo muy cordial.
Miguel

 

Jaja, Muy bien Manuel, una introspección objetiva y con sentido de buen humor, como la que haces, debemos imitarla para ser conscientes de nuestra realidad en el momento que vivimos. Saludos.

 

He estado meditando un poco cómo leer estos dodecasilabos 3-7-11. Con cesura tras la octava sílaba se leen muy bien.
Está muy buen el ritmo conseguido, nada de bastones de cuatro patas para el soneto.

Un saludo.

 

Estimado Sergio, he observado que en los dos tercetos han quedado dos versos libres. ¿Es válido? Lo pregunto solo por saberlo. No me mueve nada más. El poema me parece excelente. Un abrazo muy cordial.
Miguel

 

No es válido para un soneto, no. Pero yo no me he dado cuenta al leerlo. Como ya no tengo que dar aptos y ni aptos ni me fijo, estaba concentrado en el ritmo jajaja.

Un abrazo, Miguel, que estés bien, y otro para Manuel.

 

Azalea muchas gracias por tu visita, me alegra mucho servir de puente a tu sonrisa.
Un gran abrazo.

 

Estimado Miguel para mí un placer que estos sencillos versos sean para ti motivo de alegría. Nunca está de más una sonrisa.
Un gran abrazo poeta.

 

Me gustó eso de la juventud acumulada en uno de tus comentarios... y el poema por supuesto.
Las canas desde joven las llevo puestas, de médicos no sé mucho; procuro, por suerte, no ir a verlos, je je… toco madera.
Bien es cierto, como dice Amadís, que quedan dos versos libres en los tercetos... pero a mí no me importa. Me gustó igualmente el resultado.
Un abrazo, Manuel, a la vuelta de los campos.

 

No dejan de ser versos alegres y simpáticos

Versos llenos de ingenio y simpatía. Clara muestra del ingenio de su autor. Un cordial saludo.

 

Luis, estimado poeta, agradecido de tu visita y la gentileza
de tu comentar.
Un saludo fraterno

 

Seguro que no es tanto... ni la torpeza, ni las gafas como faroles, ni el bastón de cuatro patas... o es una exageración o nos estas retratando a otro.
Pero te quedó una divertida caricatura.
Un abrazo.

 

Un tanto del humor necesario para calmar de algun modo la ansiedad que produce el encierro forzoso a que nos vemos sometidos por estos pandémicos tiempos.
Un placer Isabel, tenerte por estos espacios.
Con cariño y respeto
MANUEL

 

Simpáticos dodecasílabos simples ternarios, estimado Manuel. Extraña idea la de los versos sueltos en los tercetos. La pérdida de la agilidad es una de las consecuencias más desagradables de la edad, cuando no hay enfermedades que agraven la situación.

¿Qué prueba hizo esa pícara doctora para extender su certificado?

En el verso 1, parece faltar el sujeto, pondría «se ha vestido».

En el verso 9, no veo correcto el uso del verbo «asemejar», en todo caso debería decirse «que se asemejan a dos faroles»; más sencillo es reemplazar «asemejan» por «parecen», creo.

La coma al final del verso 12 es incorrecta, por separar al verbo de su complemento directo.

abrazo
Jorge

 

Estoy de acuerdo contigo Rosendo, estar conscientes de una realidad que en cualquier momento formará parte de nuestro almanaque.
Un abrazo fraterno amigo.

 

En realidad no es para tanto aún Eratalia, pero es una realidad que me espera solo al cruzar la esquina, y debo admitirlo, llevo un paso tan apresurado en mi caminar que a un paso la consigo. Parece mentira estimada amiga, pero la vida avanza tan rauda que al solo pestañear ya nos hacemos viejos.
Gracias por tu visita
Me satisface que te hayas divertido con esta ocurrencia.

 

Por ahora!... yo también.
Un abrazo

 

Buena respuesta amigo, jajaja.
Un abrazo fraternal.

 

Muchas gracias estimado poeta, yo agradecido de tu visita y el ojo clínico que tienes para el análisis.
Un abrazo y feliz fin de semana

 

La mía también, pero no hablemos de ese horrible tema por favor, ja ja ja

¿por qué mejor no bailamos?

 

Hola Manuel has logrado la sonrisa de muchos, la mía también. Esa juventud la debemos cuidar, con una vida sana. Además eres muy jóven.
Mi padre tenía 85 años y su amiguito era ( segun cuenta la leyenda) bastante activo.
Abrazos para tu poema y para ti.
Un regalo.

 

Gracias Mirta por tu visita y más por tus palabras que me alientan ¡jajaja!
buena la anécdota de su señor padre, me inclino a creer que es 100/100 cierto, eran otras épocas, otra forma de vivir, de comer, mucho más sano todo en su conjunto que lo que nos ha tocado a nosotros.
Un gran abrazo