El agua nutre el silencio-.

Conjuntos de raíces

se enfrentan en mis ojos

descienden la línea opaca

cubren de moho los horizontales

planos. Percibo

su complicarse en mi rostro,

su lívida forma de extenderse

sobre mis pómulos, raíces y extremidades

que regurgitan palomas y cenizas

gigantes. El agua nutre el silencio.

Todo en él se origina: la calma estival,

el placebo de las ostras, el arbitrio

de las lunas, con su fecundidad impávida.

Cepas invadidas de polillas

bombillas roturadas por el vértigo

y esa impresión última

de ser acometido por insectos y ciénagas.



©

 

Todo según pasa el tiempo se va enmarañando y confundiendo mezclando todos los colores hasta quedar sólo el negro.
Me gustó mucho tu poema. Saludos y abrazos afectuosos.

 

Gracias Chema, un gran abrazo!!

 

Excelente tu poema, amigo Ben, sustanciosas metáforas, bello trabajo. Un abrazo.

 

Gracias querido amigo, un abrazo grande!