Mujer de rojo

Una postal frecuente y anodina

en aquel bulevar cercano al río

una tarde de lluvia y mucho frío.

Era una fiel escena parisina.


Amparado por una marquesina

cansado estaba yo de tanto hastío

y rauda apareció con mucho brío

para evadirse el sueño tras la esquina.


Empapado de amor corrí tras ella

y un pintor callejero con premura

con tres trazos de rojo cual centella


me plasmó diligente su figura.

No conocí en Paris mujer tan bella.

Todo fue tan fugaz como una estrella.

 

Ahí te quedó su imagen para un suculento caldo de cabeza.
Un abrazo, Bernardo.

 

Gracias por tu comentario y tu visita como siempre. Saludos,Bernardo

 

Gracias por tu visita y tus comentarios en este soneto que fue tan real como lo cuento y tengo el cuadro en mi despacho.Una parisina con estilo y belleza. Poco había que pensar para dejarlo plasmado en un poema. Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

Pues ya me dirás que tengo que hacer, si todo consiste en quitarla, la edito y lo quito.Bernardo de Valbuena

 

Hecho. Gracias