La muerte no es el final

Tu me enseñaste que la muerte
no es el final
que aunque el corazón se pare
mis labios guardan tu eterno sabor.

Tus pechos me hiceron feliz,
como a un lactante,
y si fui feliz contigo enredado entre tus piernas
hoy no debo temer la muerte.

Cuando la pena me embargue
al mirar atrás en el camino,
cuando el adios parezca eterno
buscaré de nuevo la fe que perdí bajo tu falda.

Ya sólo confió en la certeza
de que la energía de tu melena al cuello
encrespada como una tormenta
me devuelva a la vida y me acerquen a tu luz.

Igual que nuestro señor Jesucristo
resucito entre los muertos,
amarrado a tu blanco y eterno trasero
volveré también yo a la vida.

Cuando camine a tu lado
ya nunca me ha de faltar el amor
porque aprendí que la muerte no es final,
es tan solo el transitar a una vida mejor.

 

El amor carnal y sus deleites se han hecho religión, y es que el haber amado intensamente
permite que esta vida sea placentera y sin temores avanzar hacia otra instancia del amor.
Estupendo poema ROMEO, saludinesss

 

Amor verdadero y eterno vuela en el universo de sus magníficos versos, imágenes que pintan las almas enamoradas. Bellísimo poema. Felicitaciones Romeo por su hermosa poesía, saludos Daniel

 

Bellas palabras amigo Maramín, el sudario del amor es la mortaja de la vida.

 

Muchas gracias por su reseña apreciado Daniel. Celebro mucho que le gustara.

 

Muchas gracias querido poeta por leerlo y dejarme aquí su impronta. Eternamente agradecido.

 

Cuando el amor se siente como un credo, es natural morir y resucitar en él.
Me gustó leerte, gracias por compartir tus letras en el foro. Besitos cariñosos
apretados en tus mejillas.

 

Bello poema que esconde el valor de dos almas enamoradas.

 

Muchas gracias amigo Lomo. Así es, o al menos, una de las dos almas siempre estuvo muy enamorada.

 

Estimada Amaner, siempre me llena de júbilo leerle sus apretados comentarios. Un abrazo fuerte y entrañable.