Donde compartir la vida

Soñé

un gran vacío en los pulmones,

la vida de otros, no como yo,

apoyando su sed en mi vientre.

Soñé con sus manos,

artificios del verde,

colgadas de ramas sin raíz,

cargadas de oros y despojos

que giran y se agitan

con el viento.


Soñé

con un mundo de interiores y de culpas

ardiendo en la lumbre,

y el humo

atravesando las gargantas;

el pasado que busca ser la nube,

la boca que deja ser al agua

su palabra y su sonido,

que convida a la Tierra

a abrirse paso,

como yo lo hice,

en lo bueno y lo malo,

en la salud y en la enfermedad.


Soñé

la primavera,

la de ayer cuando fui sombra y cobijo,

la de hoy cuando soy círculo que une

la experiencia y lo que nace,

una verdad de madera y aire,

una razón para no ser uno,

para estar en otros,

para ser la mesa

donde compartir la vida.​

 

Alucinante sueño, todo y todos estamos conectados en uno, lo olvidamos cuando la materialidad y los deseos de sojusgar a otros hacen del mundo una mesa desigual. Saludos, excelente mensaje que tenga una espléndida nueva semana poeta.

 

Hay cosas que poco a poco vamos dejando atrás porque ya no somos parte de ellas ni ellas de nosotros. Una primavera nueva se abre, se sirve en la mesa donde ahora podemos ser parte de esos manjares que nos ofrece la compañia de amigos y seres queridos. Toda vida es valiosa especialmente de una con tanta sensiblidad como la tuya, me alegra saberte, disfrutarte y tenerte en mis días buenos y malos,

Besos de fresa,

 

Gracias a ti, por tu comentario acertado. Saludos cordiales, que tú semana sea espléndida también.

 

En los días buenos y malos saber que estás es lo principal y no es ya un sueño sino una realidad cada vez más cercana. Besos y siempre más.

 

Gracias, muchísimas gracias por este bello comentario. Saludos cordiales y afectuosos, Chema.

 

Bellísimo eso de compartir, excelente lectura querido amigo Chema, enhorabuena. Un abrazo, y mis mejores deseos.

 

Gracias mil. Abrazos afectuosos y también mis mejores deseos para ti.