Ya me acostumbré

Ya me acostumbré

A ver otoños deshojando árboles
a ver miles de lunas en sus peores fases.
a ver ocasos moribundos en tarde finales.
y promesas vanas en estrellas fugases.

Ya me acostumbré

A perder el miedo con los sismos telúricos de la tierra
a ver el invierno con sus relámpagos furiosos
a ver en la televisión noticias terroríficos de guerra.
Y a empaparme el cuerpo con esos días copiosos.


Ya me acostumbré

A la impuntualidad de la esperanza
a la lentitud de las horas tormentosas.
a la incomprensión que sostiene la vida en su balanza.
Aprendí que la flor,no es más linda la rosa.


Ya me acostumbré

A no mirar el reloj, y a no escuchar
su sonido zigzagueante
a no marcar el almanaque para saber el dia de tu llegada
a no escribirte poesias con poemas de Dante.
Y seguir durmiendo sin apreciar la luz de la alborada.


Ya me acostumbré

A todo este cambio climático
a este mundo que ya no sé, si es el mio
aveces creo que estoy un poco lunático
pero ni tanto para saber, que ya no soy tuyo.

 

Hola compañero de letras, leyendo este poema se me ha dado por pensar a qué me he acostumbrado yo, partiendo siempre desde mis conceptos, porque nadie puede desde los de los demás... En principio no me gusta el verbo acostumbrar, sobre todo cuando se expresa como resignación a la pérdida, en este caso prefiero la aceptación que deja lugar a lo nuevo -como aceptar que una prenda de vestir ya no nos queda, por tamaño o desgaste, porque se pasó de "moda" o por lo que fuera, entonces: podemos regalarla, guardarla de recuerdo, reciclarla, o tirarla a la basura, mas nunca dejar que nos tape el bosque de las posibilidades y oportunidades nuevas.
Lo mejor de tu poema, que es todo muy interesante y bien expresado, me parece el final, porque llegar a la conclusión de que no le pertenecemos a nadie, me parece el principio del amor propio, que no es egoísmo sino responsabilidad primera. Creo que no somos objetos para pertenecer, somos seres que venimos a aprender que la vida fluye en todas sus manifestaciones, aún en las que nos parecen absurdas. Yo me acostumbré a saludar al sol cada mañana, a apagar los televisores, a cantar todo el día, a agradecer cada respiro, a buscar algo bueno y sincero en mí para dar a las demás criaturas que comparten la existencia en este plano, a dejar la queja y el sufrimiento, sonriendo, aunque el dolor sea inmenso, para engañar al cerebro y evitar la pérdida de todo lo hermoso que sucede en el mundo. A lo que cada quien se acostumbra, eso le sigue sucediendo.
GRACIAS POR COMPARTIR Y ESCRIBIR, gracias por dar la oportunidad de la reflexión. Abrabesos

 

Ñonguito
A veces nos acostumbramos a tantas cosas, que tendemos a normalizarlas, tu poema refleja eso: el acto de haberse dado por vencido y aceptar ciertas cosas que pensamos ya no pueden cambiar. Sabes? la poesìa me parece muy linda, muy transparente y me ha llevado a pensar en mi vida, en las cosas a las que me acostumbre y por las que ya jamás luché.
Un placer leerte, despuès de tanto tiempo, compañero de letras.
Ana / Cisne

 

Es un acto de brazos caídos, de corazones rotos, de sueños olvidado, de desesperanza y desconsuelo, de ceguera parcial, asentando todo este cambio forzoso y doloroso, simplemente, hay que acostumbrarse a seguir pese a todo.

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Excelente argumentación... en este poema realmente profundo por donde se le mire. Lo cierto es de que todas la épocas humanas tuvieron sus "tiempos difíciles" y, no nos encontraríamos respirando en la actualidad.... si nuestros antepasados hubieran bajado los brazos y su frente ante las calamidades de cada época. Solo el espíritu siempre "luchador y emprendedor" ha podido mantenernos a flote. lo demás... es puro cuento.