35 grados centígrados

El sobrecargo estaba neurótico,
aunque era alemán,
gritaba improperios en inglés:
- I hate this plane -,
pero nadie se inmutaba.
Mi compañera, española,
me pedía que le tradujera el menú.

Cápsula de vuelo,
zumbido de motores,
somnolencia,
pereza forzada.
Película: Casa Blanca.
Nunca la había visto.
Me encantan las blanco y negro.
La cola para el baño es larga,
hice amigos ahí, conversamos,
criticamos la mala disposición de los servicios.

Un hombre rubio, alto y guapo,
me hace el favor de bajar mi maleta del carrusel.
El policía de migración,
se burla de cómo hablo el inglés.
-I will return to México City the seven of July.-
-“seven of July”, ja, ja.-

Al fin veo su sonrisa,
amplia y maravillosa.
Me abraza,
me besa,
me mueve mariposas en el estómago,
sollozo.

Me lleva al tren.
El paisaje parece foto de calendario,
de los que nos daban en la tienda
de la esquina para fin de año.
Vacas pastando en un pastizal sin fin,
casitas con techos de dos aguas, rojos,
Iglesita con torres azules.
Sergio, se sorprende que hablemos español,
- ¿son mexicanas?,
- yo soy de Los ángeles
- mis abuelos eran mexicanos-
Lo dice mitad en inglés y mitad en español,
mientras comemos salchichas al curry y cerveza.

Me dice que deje ahí todo para ir al comedor
y pienso:
- Me los van a robar- ,
pero no me roban nada.
Todo está como lo dejamos.

Aquí la gente no tiene hambre,
pero el sol calienta igual.
Arriba de 35 grados centígrados
soy un chorreadero de sudor.

 

Lo he leído con interés pero cuando he terminado me he quedado frío, diciendo "y...".
La historia es interesante y está aceptablemente poetizada pero falta sorpresa, giros ingeniosos, un desenlace más potente....
El poema cuenta pero no "golpea". Quizás un cierre algo rompedor lo solucionaría en importante medida.
Un abrazo.

 

Ya hice unos cambios, tal vez te parezca mejor ahora. A mí me golpeó, el contraste. Buen día Luis.

 

El "golpe" poético ha de venir por medio del juego de palabras y de modo sorpresivo; un contraste de hechos narrados por sí solo no crea necesariamente ese golpeo poético. En mi opinión las dos últimas estrofas quedarían mejor así (en una):

"Aquí la gente no tiene hambre
pero el sol calienta igual.
Arriba de 35 grados centígrados
soy un chorreadero de sudor."

(más resumido y sugerente, menos explicativo y sin la rima en or)

Buen día, Luciana.

 

Gracias Luis, cambio realizado. Muchas gracias. Un abrazo.

 

hay una tendencia actual en muchas partes de dejar los textos 'abiertos', sin un final claro.

pero en un relato interesante eso a veces puede ser un poquito cabrón, porque te enganchás y luego te da cierto bajonazo. de todas formas, este escrito me gustó bastante y de hecho, no tiene porqué acabar acá. podés aprovechar para meterle candela y producir algún sub-texto siguiendo lo que planteás acá.

me gustó mucho el detalle del tren, y lo de las maletas (imagino maletas) especialmente: de que te las roban, te las roban... excepto por los milagros literarios, por supuesto.

salud, luciana.

 

Charlie ía, gracias por tu amable comentario. Pues si, no me robaron nada, pero es normal, soy yo la paranoica que estoy siempre con sensación persecutoria. Un abrazo.