Haibun

Código libre.

"Podría usted ingresar mi código Pin por mí? Uno, tres, cinco, cuatro".
A mi lado, en la librería, hay un hombre alto y ciego. El envía su sonrisa
más allá de mí, cálida. Cuando los gigantes ciegos ríen, el mundo cuenta.

Es esto en serio? Con torpeza, introduzco el código de otra persona por
primera vez en mi vida.
Es posible?! O estoy por casualidad en algún programa de la tele?
El comerciante se ríe, mientras el ciego avanza con un paquete de libros nuevos.
"El mismo puede sentirlo, pero prefiere hacerlo así," dice.
"A ese hombre nunca le han robado".

Sigo al hombre con la mirada. "Por qué compró entonces esos libros? Usted no vende braille...
"Eso no es necesario"
"Y no puede escuchar ningún texto..."
"No es necesario. Su novia le lee".
"Lo que a ella le gusta mucho", dice ahora el ciego, que al parecer todavía puede oírlo todo.
Ahora soy yo que hago audible mi sonrisa.

Ël se despide
barquero que va entre la
niebla temprana.

 

Una historia convertida en reflexión.

Saludos

 

Muchas gracias Ryüjin por tus palabras y me alegra que te ha sacado una sonrisa, en sí es una historia agradable, ahora sobre el suspiro no sé con exactitud, quería hacer una broma, pero lo dejo así, no vaya ser que meto la pata otra vez (ultimamente me he percatado que por decir algo sin molestar por supuesto, se forman aquí mal entendidos ó mal interpretación, y es algo triste porque el humor ó lo espontáneo pierden su valor correspondiente, lo que es lamentable. Entonces .....sin alargar más mis letras, te deseo con todo el afecto que me inspiras, un buen fin de semana, que disfrutes del solcito y de todo lo que la vida te entrega , un abrazo

 

Muchas gracias nuevamente Alde por tu contínua lectura y letras que dejas en este espacio, mis saludos y buen finde.

 

Un placer leer tan bella descripción, que me ha dejado una pozo dulce y con lagrimas. Un plauso, querida amiga

 

Muchísimas gracias querida María por tus sensibles letras que dejas aquí, me alegra mucho que te haya gustado, te saludo aquí con un fuerte abrazo y te deseo de todo corazón un buen fin de semana, que la salud te acompañe siempre amiga

 

Buen haibun con un cierre reflexivo.
Aunque la neblina pudiera ser un obstáculo,
en este caso no es así; no dificulta la visibilidad del barquero.
Él parece que puede guiar bien su barca.
Me encantó.
saludo.

 

Muchas gracias Zulma por tus gratas palabras, recibes un abrazo también

 

Muchísimas gracias Marlene, siempre analizando certeramente, algo que valoro y aprecio mucho, demás está decir que coincido con tu pensar. Un abrazo