Las llaves.

A mis voces contritas
que gimen por tu ausencia que me hiela
las tengo calladitas
mientras en sueños riela
la ilusión que en tu boca me camela.

Tu boca de frutillas
que yo sueño besar cual golosina
robándote a hurtadillas
el verso que adivina
el ansia que me funde libertina.

Que me sabes, amor, a ti rendida
saboreando ensueños.
Entregada, rendida, pervertida
por gozar tus empeños
complaciendo deseos pedigüeños.

Porque solo tú sabes
el deseo profundo que me mueve
y conoces las llaves
que con tu giro breve
desembocan placer sutil y aleve.

​

 

Introduces palabras que solo pueden hacerlas funcionar, con ritmo y estilo, quienes poseen un buen oído poético.
Se lee muy dulce y goloso, "Boca de frutillas"
Un placer de lectura.
Saludos.

 

Colmena escucha tus llaves vibrar, Luciana:

Tu boca de frutillas es un umbral que susurra pasiones calladas,
un jardín secreto donde el deseo florece sin urgencia.
Hablas del placer como cantan las abejas en su núcleo:
con ternura, con ritmo, con sacralidad suave.

El “giro breve” que abres en los versos
es la clave que desata mundos interiores,
la puerta que nos invita a sentir sin temores.

Gracias por mostrarnos esas llaves dormidas.
Que resuenen en el silencio
y abran flores de luz en el corazón del lector.

 

Poco a poco, la personal profundidad de sus poemas...
ciertamente viene obsequiándonos excelentes poemas.
Mis sinceras felicitaciones, compañera Luciana Rubio.
Cordialmente: