Subsistencia.

Altas miras.
Sin prepotencia.
Juventud, divino tesoro. Destilamos nuestra esencia.
Jardín botánico y museo de cera. Perfumes para tu rostro; santo sepulcro.


Y saltas por el acantilado, a tumba abierta. Tienes alas para volar, ¡ Agítalas, aguilucho !


Eres polluelo de gran tamaño. Tu Sabiduría, ¡ Desembucha !
Comparte lo aprehendido y no te lo guardes, por más tiempo.
Has de ser modelo de comportamiento. Y sin embargo, la faena agrícola te supera.
Eres poeta pero no subes las escaleras, para agarrar las peras.


¡ Oh ! Fascinante. Clásico amigo. Urbano y déspota. Que manda mucho...


Ni martillo, ni clavos, madero o serrucho.
¿ No quieres ser pájaro carpintero ? Ni en un taller de ebanistería.
Para trabajar el ébano. ¿ Electrónica ? ¿ Informática ?
Sastrería. Tintorería. ¿ Sin trabajo ? La madre que te trajo...


Hemos de buscarte un porvenir, y unos beneficios a largo plazo, para tu subsistencia.

 

Realmente curioso tu poema, parece escrito en una mesa de billar. Brillante, aunque a veces es difícil de seguir las carambolas.
Un saludo y mi felicitación.

 

Lo he escrito de puro milagro.
Mis carambolas me salen porque tengo buena suerte.
Gracias por tu cariñoso aplauso.

 

El creacionismo está en tu ser, todo es bueno, solo la puntuación no es exacta, pero se disfruta la lectura innovadora. Un abrazo fuerte.

 

¡ Gracias, Maldonado !
Soy un aventajado.
Un discípulo del Génesis Bíblico.
Un amigo de Adán y Eva. Eso es verdad.