Convoco a la lluvia de perseidas

Gracias Carlos, no sabes como me alegra tu comentario.
Saludos cordiales.
Isabel

 

Hola, Manuel, qué alegría volver a encontrarte aquí, con tus generosas palabras, con tu amable y cálido comentario, eso es lo que pido en este poema, esa huella que dejas;es un placer tu visita.
Un abrazo.
Isabel.

 

Es como una caricia tenue éste romance, con unos versos muy sutiles y llenos de naturaleza. Un agrado leerte, saludos desde Colombia

 

Querida Camelia, que alegría me da encontrarte de nuevo en este pequeño espacio de mis letras, es un lujo contar con tus elaborados comentarios, generosos, amables y estimulantes.
Gracias por tu huella.
Un abrazo grande y agradecido, desde mi mar.
Isabel

 

Querido Javier: Qué alegría volver a encontrarme con tus cálidos comentarios. Gracias.
Si, ojala esas estrellas fueran deseos logrados, eso que tanto necesitamos para vencer el miedo, volver a respirar, sin miedo a enfermar.
Aún nos rodea la belleza y el sol sale cada mañana. Ojala los versos pudieran transmitir esperanza.
Gracias por tu generoso comentario.
Un abrazo con afecto.
Isabel

 

Danie, qué bueno tenerte de nuevo aquí.
No es un soneto, Danie, es un Romance Heroico.
Pero no importa, porque el comentario es igualmente generoso, gracias.
Un abrazo, con afecto.
Isabel

 

Hola, Apolo, gracias por tu visita, tu lectura, y por tu generosa opinión, por tu huella en este rincón.
Un cordial saludo.
Isabel.


amable opinión.
Saludos cordiales.

 

No importa Danie, ya lo harás, estoy segura.

Un abrazo.
Isabel.

 

Que cosas tan hermosas dices Camy, es muy estimulante recibir tu cálido mensaje, en estos tiempos, aunque siempre estuviste cerca, gracias por eso.
Un enorme abrazo.
Isabel

 

Nulo por repetido

 

Hola, Elba, gracias por tu tiempo, y por tus generosas palabras.
Creo que estar entre destripadores de mi poesía, me enseñó mas que horas de lecturas, cada corrección, exigía búsquedas, y una nueva construcción, hacerlo sin perder mi mensaje era cosa mía. Valió la pena siempre, tuve varios destripadores, reconozco que es frustrante cuando hay tantas alabanzas, pero es apasionante la reconstrucción, y aquí sigo de eterna alumna, siempre aprendiendo.
Un abrazo desde mi mar.
Isabel

 

Si, mas que la dureza, valoro la sinceridad, la transparencia, creo que es difícil ser un buen maestro, si no se sabe transmitir, entusiasmar... muchos niños se aburren en clase y la dureza no siempre es el mejor método. Se hizo un proyecto europeo con niños que pasaban de curso,en curso, sin saber leer, sin comprensión lectora. Fue hermoso ese proyecto "Aprender jugando".
Lloraron cuando acabó y pusieron sus firmitas bajo una petición de continuidad, con su letra y en colores...aun lo conservo...
La biblioteca pública se abrió para los colegios, hubieron cuentacuentos, concursos, recuerdo que había una biblioteca ambulante de prestamos, que iba por los barrios. Algo realmente hermoso e inolvidable.
Las monjas que dejaron mejor recuerdo en mi vida fueron revolucionarias en su enseñanza, jugaban al baloncesto remangándose el habito, eran participativas. Enseñando creían en destacar lo mejor, no en avergonzar ni en mofarse, y mucho menos en dar medallas a las que le hacían la pelota, o las hijas de Fulano de tal...benefactor del colegio. Pero por desgracia esas monjas avanzadas, e independientes, duraban poco, las destinaban a las misiones, afortunados los que disfrutaron de toda esa fuerza e ilusión.
Ya me extendí y no hablando de sinalefas, ni de hiatos...uy
A veces hay que convocar el entusiasmo, la pasión por aprender y eso creo que al maestro o maestra que lo lleva dentro, las estrellas le brillan en los ojos y es tan clara como el agua su enseñanza.
Besos Elba.
Tienes una hermosa labor.
Isabel

 

Al mirar hacia el cielo desaparecen todas nuestras diferencias. Un beso, Isabel.

 

Hola Sergio, cuánta verdad en tus palabras, siempre certeras. Creo que en adelante no quitaré los ojos del cielo, aunque no pare de tropezar con los obstáculos de la tierra y ese clima de crispación constante que parece haber contagiado hasta el aire que respiramos, a veces ni la poesía puede sustraerse a eso. Tiempos de mirar al infinito, de ver que no somos nadie.
Beso, Sergio.
Isabel

 

Pues si Javier, pero casi parece ridículo pedir la belleza en la palabra. Pero hemos de pedirla allí donde resida la verdad, la nuestra, no la impuesta por otros.
Porque estamos agotados, quizás por eso hemos de mirar a las estrellas y olvidar las querellas que desgastan el ánimo y oscurecen los días.
Tu ya tienes ese brillo Javier, el polvo de las perseidas te dejó su huella.
Un fuerte abrazo, Poeta.
Isabel