Margarita Sosa

Margarita Sosa, cansada,
clava en la puerta su sexo y protestan los cardenales,
puntos celestes rodean la estancia y un diablo,
malvado, por bueno se roba la ciencia.

Un gato robado del tiempo, se rasga
el pecho con garras de fierro y no sangra,
el zumo es cosecha para su dueña, Margarita,
gatófaga sin miedo, ladrona y protestante.

Al son del martillo la arena salta,
del universo loco al del día negativo,
reloj de la abuela, la mala del cuento,
que hacía con ella suculentos platos de alta cocina.

Sosa, su padre recuerda con gusta amargo
el tiempo de la abuela, malvada Doña Pelada,
[COLOR=#000000]ahora es tiempo del clavo, que fija los sexos a vista del padre,[/COLOR]
[FONT=Times New Roman][COLOR=#000000]ên una puerta de madera y mármol que sepulta voces cada madrugada.[/COLOR][/FONT]

 

Jdjb, buen poema con evocación a tiempos de Inquisición

 

pues puedes escribir y yo leer mil veces este escrito pero no me transfieres ni un sentimiento.

 

No necestito transmitirte nada, lo escribí para mí y lo comparto para quienes sí pueden disfrutarlo... Tu mensaje evangélico tampoco me dice nada, por cierto.