Monedas

Monedas


—Parrandillas—





Cuando pasas por la vía
noto el triste panorama
del que sin hogar ni cama
limosnea todo el día.
Padeces mucho y lo entiendo
pues ni siquiera el atuendo
renovártelo tú puedas
¡con monedas!


Tu vida pones en riesgo
descalzo y semidesnudo,
y más si el invierno crudo
te deja el semblante sesgo.
Tu vida presientes corta
pues sabes que a nadie importa
si desfalleciente quedas
¡por monedas!


Ningún ósculo o caricia
se detiene en tu semblante,
¡del amor es ignorante
tu lacerada puericia!
Te cuesta encontrar la calma
en este mundo sin alma
do no sobran cosas ledas
¡ni monedas!

​

 

Hermoso y muy triste, pero de una realidad tan extendida que ni cerrando los ojos deja de verse. Un gusto leerlo.

 

La verdad te asiste, Luciana!

Todos y cada uno de nosotros somos conscientes de la realidad que nos rodea.
Desviar la vista no hace que su imagen desaparezca.
Las cosas pueden cambiar, es cierto, pero para ello tenemos que ser capaces
de ponernos en la piel del prójimo.
Este poema y otros tantos que tengo refieren esa realidad, ya con pesimismo,
ya con incertidumbre, ya con esperanza, pero no esquivándola.
Abrazos.

 

Así es, Maramín!

Estando en un sitio de muy buenos poetas, me daba cierta verguenza
dedicarle una aclaratoria a estas parrandillas, pues tengo entendido,
además, que el maestro Agustín Sánchez perteneció al foro.
Si tú las consideras excelentes, entonces me doy por satisfecho.
Abrazos.

 

Primeramente, muchas gracias por tu bienvenida, Libélula!

Me complace saber que el presente trabajo te ha gustado.
Es uno de los tantos en que abordo la realidad que vivimos
y que sufren muchos de nuestros semejantes; y, entre ellos,
los más golpeados: los niños.
Abrazos.

 

Muy buen poema, Lucio. Me gustan los poetas que posan su mirada en los problemas sociales, sobre todo de la infancia desprotegida. El arma del poeta es la pluma y la palabra y debe utilizarla para llamar a la reflexión a quienes ignoran estas injusticias. Aplaudo tu poema y aplaudo su temática. Un cordial saludo

 

Buena composición; trae, por el aire popular del metro, aquella memoria un tanto épica de la poética de José Hernández, y, sumado al tema, el aire de sensibilidad ante la infancia pobre de nuestra querida Gabriela Mistral, premio Nobel de Literatura nada menos (que no en vano era maestra de escuela). Un saludo.

 

Versos necesarios Lucio; monedas que deciden la vida y la muerte; en sus dos caras está toda nuestra humana pobreza.
Un saludo por allí.

 

¡Así es, Gustavo!

Con la pluma y la palabra debemos ser como la gota que horada la piedra.
Un cordial saludo también para ti.

 

¡Muchas gracias, José Benito!

Ciertamente, mi sensibilidad se agiganta cuando veo que son niños
los que menos consideraciones reciben.
Quizás en futuros poemas veas que insisto mucho con el tema,
pero no puedo eludir su magnitud.
Abrazos.

 

¡Exactamente, Riolita!

Versos necesarios como llamados de atención.
Ojalá no todo dependiera de una moneda.
Abrazos.