Remolino

Son las sombras de la noche, es luna nueva.
Los rebaños de tus sueños ya descansan en rediles,
Mi vacío se hace inmenso, y me desborda
Y te grito en lo profundo, sólo escuchando mi voz…

¿Qué parajes que se adentran allí en ti?
Me cuesta tanto subir ese sendero amargo...
Y tú lo trazas tan fácil, como si toda la vida
Lo hubieses cruzado sin miedo ni calor.

Me tiento a mí misma, me desafío,
A entrarme, a saltar mis normas esclavas.
Pero ellas son fuertes, me amenazan,
Y conocen el secreto que podría detenerme.

Ansiedad de estar en cualquier parte, menos en mí.
En mí, donde las aguas tumultuosas,
arremolinan su cauce,
Y el huracán destroza los techos de mis casas,
Como si fuesen paja leve que el viento mata.​

 

Esa presencia de aguas tumultosas y la consciencia de luna... ¿qué más clara señal de un arquetipo de totalidad en tí?, el mismo que Jung llamara anima / animus, símbolos del SI-MISMO / mujer interior... / yo ví a Sémele / o fantasmas de huracán y vientos / entre esos rebaños de sueño que tu inconsciente delata en tu poesía... me gusta cómo está brotando tu lenguaje, cómo te exploras cada vez con más fluidez y seguridad, sin artificio, con tu espontaneidad natural...

carlos

 

Gracias Carlos, por tus comentarios. Ya me gustaría que me explicases algunas de las cosas que mencionas...como a Sémele...Me gustaría adentrarme más en tu lenguaje poético.
A veces no tengo suficiente tiempo para responderte.
Gracias de nuevo y besos.