Soñaba que soñaba con tu arrullo, arrullo de las olas de tu mar: la nana que me nace por amar, amarte con pasión y con orgullo. Ha sido emocionante este murmullo, murmullo que se funde en tu mirar: mirarte sin cansarme y sin pensar... ¡Si dejo de pensar yo me embarullo! Vivir como en los sueños el momento, perdida con mi musa en un pincel, yo pinto enamorada lo que siento. El rojo de tus labios, un clavel. Hay brillo en tu pupila, el complemento, dibujo tu mirada en el papel.
CANCIÓN DE NAVIDAD . Entonces parecíamos felices. Lo éramos. Me acuerdo de una tarde de domingo en navidades. Mamá cosía ropa en la cocina, mi abuela hacía pan y mi hermanita jugaba con muñecas tumbada en una manta. El traqueteo de la Singer pugnaba con la radio en los seriales, y, en sus treguas, se escuchaban arrullos de palomas en el patio. Una pequeña estufa calentaba la estancia que albergaba nuestras vidas. Y yo, a pesar de ser un niño, sabía que esa noche habría pan caliente en nuestra mesa, que mi madre tejía mimbres de sueños y esperanzas y de que mi hermanita se olvidaba, en esa manta, del invierno. De vez en cuando me iba a corretear por el pasillo para que no se dieran cuenta del miedo que tenía al frío del resto de la casa. Allí sentía que la Navidad era aquella estufa, la radio... y el traqueteo suave y maternal de la Singer. Aún recuerdo a las palomas, las manos de mi abuela haciendo pan y a mi hermana jugando en la cocina. . --oOo--
No soy la niña negra con la que nadie quiere jugar con ella. Soy una muñeca rota despedasada por el suelo soy muda, la más callada la que no espera nunca nada y así le van las cosas. Encontrarás en tu camino mil palomas que vuelan hacia tus palmas de alpistes pero no seré yo la que caiga por eres tú el que mentiste.
Quisiera ser el sol en la alborada y tu camino, mi peregrinar. Amanecer mirando tu mirada, quisiera ser el fuego de tu mar. Quisiera ser la lluvia, yo quisiera, que humedezca tu espalda al despertar. que enciendas caracolas a tu vera, que iluminen mis ojos al mirar. Quisiera hacer camino en tu memoria y entender tu manera de pensar camino que recorro con tu gloria, que me abisma infinita al recordar. Nosotros que dormimos enredados, con el fuego quemándonos la piel, somos lluvia de pájaros trenzados, volando como abejas a la miel .
Te digo mucho más con la mirada. miradas que trascienden la tristeza, encontrando en un beso la belleza, donde muere la tarde anaranjada. Quisiera recordar en mi almohada, los sueños que forjamos con pureza, dorados y sublimes con grandeza, para amarnos de forma apasionada. Te quiero bajo un cielo despejado, un cielo que se viste de ternura y un campo que cobija lo soñado. Nadie puede impedirme esta locura la de quererte en tu mirar poblado de paisajes dormidos en mi cintura.
Quisiera ser el sol en tu alborada de tu camino, mi peregrinar. Amanecer mirando tu mirada, quisiera ser el fuego de tu mar. Quisiera ser la lluvia, yo quisiera, que humedezca tu espalda al despertar. que enciendas caracolas a tu vera, que iluminen mis ojos al mirar. Quisiera hacer camino en tu memoria y entender tu manera de pensar camino que recorro con tu gloria, y me abisma infinita al recordar. Nosotros que dormimos enredados, con el fuego quemándonos la piel, somos lluvia de pájaros trenzados, volando como abejas a la miel .
Llegaste aquella tarde a mi morada bajando como el sol en nuestro cielo, haciendo que su luz rompiera el hielo, me amaste con pasión en la mirada. Soñando con tu amor y enamorada, te pienso cada noche y me desvelo. Quisiera yo poder seguir tu vuelo, dejar mi dulce beso en tu almohada. Prendada de recuerdos yo te quiero. Aquello que vivimos y perdura, se queda en nuestro mundo verdadero. Lo nuestro ha sido siempre una ventura, felices de que sea duradero, nos queda nuestro amor en desmesura.
Lo has sido todo en mi vida pero de nada ha servido mi corazón sigue herido mi fe, mi alma confundida. Es esta mi despedida, dejo aquí lo mal vivido. Me empujaste al vil olvido, dejando una abierta herida. Fuiste mi ardiente quimera pero dejé de quererte nada en ti me desepera. Ya no quiero retenerte ni pensarte en mi ladera no quiero volver a verte. Has sido mi mala suerte empujándome a la muerte.
Te digo muchos más con la mirada, miradas que trascienden la tristeza, encontrando en un beso la belleza, donde muere la tarde anaranjada. Quisiera recordar en mi almohada, los sueños que forjamos con pureza, dorados y sublimes con grandeza, para amarnos de forma apasionada. Te quiero bajo un cielo despejado, un cielo que se viste de ternura y un campo que cobija lo soñado. Nadie puede impedirme esta locura la de quererte en tu mirar poblado de paisajes dormidos en mi cintura.
Me despierto en la mañana pero no del todo mis ojos se fijan en el techo pero mi cuerpo aún sigue dormido me agrada esa sensación de no sentir nada no hay nada que duela en mi cuerpo me siento quieta y en silencio como si estuviese muerta. Sin embargo tú, entras sin pedir permiso por las cavernas de mi mente, me invades y recorres mis pensamientos descubres lo que pienso eres como el sol que se filtra en la ventana y me dices que despierte. Solo quiero seguir así, muy quieta y medio dormida sin que nada me duela, sin sentir nada sin que nada invada mi mente. y que mis neuronas se duerman.
Recuerdos del ayer en mi memoria, motivo por el cual yo no te olvido me oprime el corazón haber vivido instancias que no llenan a mi historia. Sabiendo que te llevo en mí contento, te sufro y muero, muero a cada instante perdida en mi razón te siento errante, si fuiste mi verano y mi sustento. Intensa mi tristeza en lejanía, te llevo en esta piel enamorada, te añoro con el alma encadenada, no sé por qué te quiero todavía.
Tú me sanas y me curas como curas mis heridas absolutas y dolidas. en las noches más oscuras. Tú me inspiras y procuras evitar mis recaídas me arropas y consolidas y jamás tu me apresuras. Es por eso que te quiero de manera permanente lo eres todo y te prefiero, a mi lado en mi presente, como siempre mi viajero con tu mar tan camplaciente.
Los recuerdos se amontonan en mi mente y no puedo decirte lo que siento. Hay un lienzo que hoy trazo en mi memoria para borrar las huellas que dejaste. Siento en mis espaldas remolinos de aguas de un río que se junta con mis lágrimas descubro en mi tarde sosegada que no hay pájaros en mi ventana. Me siento sombría y desnuda de un abrazo necesario en la penumbra que cobije mi desgano y mi herida. Por eso es que callo y anulo mis pecados el sol apenas está tibio y el viento se aquieta y ya no se mueven las ramas. A veces creo que puedo con todo y otras siento que mi vida se acaba, porque tu no entiendes nada no puedes ver que me arrojo a ti ¡despojada!
Quiero enraizarme en tu tierra en las calladas tardes donde muero, porque tu boca tiene orgásmicos venenos, porque tus ojos miran alquimias insondables, quiero la llaga negra de tu pelo. Quiero librar tu imagen de la erosión del tiempo, y guardar tu tacto inmune en mi memoria quiero, cuando las venas se adormezcan llevarme tu latido de musgo en este encuentro en este verano que soy cuando te invento. Quiero que tu presencia me ilumine y de tus pupilas su paisaje quiero por las cavernas hondas de mi cuerpo.
Me condeno al recuerdo permanente,con miradas pobladas de ternura. Me condeno al quererte intensamente, con tus brazos que buscan la aventura. Este sueño dorado sin mesura con tu mar de un celeste intermitente, me condena a la triste desventura, de vivir en la sombra de tu mente. Yo siento tu mirada indiferente. Perdida y vulnerable en la tristeza me quedo desolada de repente sin cielos que me brinden su belleza.
Soy el dorado crepúsculo que surge de la penumbra, donde se durmieron mis sueños y vagaron en nubes, para llegar a iluminar tus ruinas, con el sol. Soy una de tus sombras, muda, como queriendo huir de las nostalgias, en medio de astros y palomas blancas, viajera hasta tu puerto de besos y caricias, destellos de mi alma sin amarras. El mar y tú, unidos en las olas hasta mi puerta, no seré yo quien detenga a esta ave que navega entre el cielo y el espejo que vislumbra nuestras alas. Voy al vuelo azul del aire y mi ternura cuando duermes tus sueños de esperanzas. Afuera, el viento gozoso, no sé, me empuja a ser mariposa sobre tu engreído pecho, revoloteando en tu pluma de poeta, y entonces tus letras me aprisionan con sus garras. ¡OH glorioso sol! que irrumpe en la marina alborada.
Hoy también te amo aquí, en mi pleamar teniendo en mis oídos la insensatez de Jobim, melodía que me lleva hasta tu ventana donde miras las estrellas. Hoy también te amo, en mi marea desparramada y tierna, sigues estando entre mis versos, con todos tus berrinches y silencios, enamorada de tu poesía que sacude que enfurece y enamora. Y sigues estando en mi mente recorriendo tus misterios con todos los colores de la aurora. Los besos de almohada me esperan, en el silencio de la noche con su sombra, están siempre allí en mi enamorada boca. Sé de tus manos y tus dedos sensuales alargados, abrazando tu guitarra. Hoy también te amo en este duelo de música y azucenas que claman abiertas para el beso enamorado. Puede que en esta fantasía algo sea real, ese hilo que en el espacio nos aproxima como un imán de energía renovada,, para hospedarse en nuestras pieles. Emerge de este cuerpo de verano tu recuerdo enraizado en mi tierra de caricias silvestres y salvajes. Emerge de esta alma mía que vaga entre los cerros deseosa de encontrarte, en esta ráfaga de viento sacudiendo verdades y certezas . Hay un mar de olas que nos separa pero esta sensación azul entre mis dedos nos aproxima en un beso relegado para volar como gaviota.