Te esperé en noviembre todo el año de anoche, pero todavía tardé en nacer hasta que tus manos lo quisieron. Anduve sin cuerpo por las...
Contigo todo, desde la raíz de tu nombre en mi garganta hasta la copa de tu silencio que me llama a tus labios, aguardiente que nos apaga la voz y...
La silla conserva tu modo de cruzar las piernas con los talones fuera de tus Converse deprimentes; los círculos redondos del café sobre una...
La tierra usurpa las manos que rascan el fondo del pozo. Cada vez más tierra en los puños, cada vez más barro en el corazón; soy el pozo que...
Intento cerrar mis ojos, pero ya están cerrados. ¿Qué estoy mirando entonces? Más cerca de mi mirada que de mis ojos, estuve junto a mí todo el...
regresas de la cocina / entre la humareda tu cuerpo se desprende de la canción que cantas te acercas bailando / la música fluye de tu contoneo...
En nada te gasta todo el tiempo que gasto en recordarte: siempre estás creciendo, siempre. Y el siempre no termina, aunque todo termine. Tu...
Escribir es mi forma de no morir mientras estoy muriendo. Cuando no escribo, la vida pasa de largo, no se detiene a esperar por mí, que siempre...
Nada de lo que te doy puede acumularse en tu bolso, ni un gramo de la tarde cabe en este papel arrugado; si te hace llorar o te hace reír,...
Desearía obsequiarte la copa el árbol al que más alto trepaste cuando eras niña porque lo he mirado crecer en tus ojos cuando llegas a ellos desde...
En mi enumerar el cielo a menudo me siento como un charco o como un charco que me siente. Me defino tranquilo, escupiendo mis orillas, nadando...
Si cierras la ventana es probable que estés a salvo del ruido, los gérmenes y las galaxias de mosquitos carnívoros, de todo eso que te hace...
A menudo las cualidades perceptibles -superficiales, por llamarlas así- de una persona la convierten en objeto de deseo, pero es más complejo...
Mis labios se perderán de tu nombre, se perderán en otros nombres a distancia, en otros dientes, en densos caudales de saliva que lo mismo me...
Si el antes persiste después del nunca y tu sombra se levanta más temprano que tus legañas y el ánimo te queda de pantufla, descose tu mirada de...
De tanto tragarme a mí mismo, me estoy muriendo de empacho, de diarrea. Ansío vomitarme y que el vómito no llegue al váter, que se consuma a ras...
Un pez eólico salta del acto de escribir, aunque la línea de arriba no es precisamente un río, más bien es como un puente de viento que fluye de...
Tengo contigo un trato especial, pálida amante. Conoces el más de dos cuando cuentas los cristales de mis huesos y haces sonar mis dientes en la...
El cempasúchil es otra forma de abrir los ojos al cerrar los párpados para apropiarse del primer sol, fogata donde arden todas la miradas con su...
Afuera, el tren no puede detenerse. Sin escuchar un ¡crash!, la madrugada se destroza. Girones de estrellas escurridas penden de las ramas de un...
Caen las primeras gotas del día en las ranuras de tu mirada; en la habitación se derraman tus ojos, cucharada de café disuelta en la vaporosa luz,...
Como un suceder te entiendo. Sucedes, amo el prodigio de que sucedas. La exactitud de átomos para ser tú, el bastión de tu estatura con relieves...
No me faltes, pido que no me faltes, pero si llegaras a faltarme, llévate algo mío que reclames como tuyo. A mí, por ejemplo. Completo de estar,...
El verso me sorprende barriendo, pero el techo está siempre caído. No importa. Son unas ganas de asesinar tu nombre, de aprender a callarlo como...
Un vaso de papel, sin borde ni fondo, almacena mi sed; el día que tú quieras, te la doy a beber, grietita de nube que no sabes llover. 24 de...
Ahora que me he detenido un instante todas las ciudades han trepado a mí, me ocupan los solares y las arterias, desecan mi numínico charco con...
¿Qué nenúfar de abismo es ese que sale a flote en tu reflejo? Tus pezones embriagados de café, tu cuerpo en total cabalidad de jengibre y...
La vida era apenas la luz mojada del sol que combustionaba una molécula, pero el mapa de nuestras manos estaba ya escrito en esa cadena con la...
No es el diablo de la carne, sino la pimienta y a término medio. Avanzar por esos jugos vagamente cítricos con los dientes de arena todo el...
Al día siguiente de la casualidad del olvido habrá una paz desabrida, plenitud de luz sin mundo en la avenida lúcida de rectitud y de llegada....
Ella fuma de la luna sus pestañas largas; el humo sabe tan alto como lágrima hundida en la raíz del árbol que camina por la madrugada con los ojos...
Mi mano en tu pecho es un sismógrafo; mis labios, un caracol. Dormir en tu lentitud es el deseo de escuchar lo que leerás en mi epitafio una...
Vengo de no soñarte porque la madrugada tiene ojos de serpiente, mirada larga entre los escombros de mis parpadeos reptantes y tus pestañas...
Para residir un vacío con otro vacío el corazón escribe solo con sus agujeros, los naturales o los adquiridos, en el aire u otras cortezas menos...
Fue lluvia y es esqueleto, caudal fantasma, aire de ojos que se aglutina en torno a un breve cristal de apetito, gota de sangre que toca la orilla...
Habitantes de tus imágenes, mis manos. Mis manos más que las sierpes de la memoria, más que el envés de los ojos perpetuamente cayendo en el...
Tus manos son la primera piel de tu corazón, latidos que expanden sus caricias, adentro que se agolpa hasta tu borde y salta tus fronteras para...
No me derramo cuando me rompo, escucho el distante crujido de mis huesos y viajo a velocidad mirada, pero siempre llegó tarde al apagado de mis...
A veces amanece tan tarde que ya es pasado mañana, pero Romina deja que la ventana escape por los aires y emprende un asalto al invierno con sus...
Roban el vuelo de un pájaro que anochecía - Se reportan miles de estrellas afectadas por un sueño de blancura morbosa. En el instante más...
Acorralados por los hongos que nos persiguen la quietud, con el agua de lavar trastes filtrada hasta los huesos y la espuma de las manos fluyendo...
Embriagado de tu ausencia, mi soledad es tu escondite. Y no sé por qué te grito ¡Ábreme!, si yo cerré la puerta. Cerré mi corazón y solo yo me...
Soledad de aguas profundas, soledad azul de los recuerdos, soledad maquillada de alquitrán, caras arrastradas por el viento. Me escapo siempre...
Las piedras estornudamos cuando sentimos frío, sudamos crisis convulsivas, pequeños terremotos. Frialdad que nos sobreviene del magma interior,...
Luz es la no-materia que advirtió en la sombra: tenías junto a ti al mundo que estuve ignorando para buscarte. Eras tan parecida a lo que nunca...
Magnífica noche de luna incompleta, de luna rota, de sangre de niebla de luna rota, de luna a medias que se complementa con la oscura mitad de una...
Ganamos el sueño donde nos abrazamos al mismo fantasma que nos está soñando. Nos quedamos sin tiempo porque no lo perdimos, lo derrochamos hasta...
Las postales que miré en tus ojos venían de muy atrás, en una nube en el andén sin ningún destinatario, pero estuve de visita en mi mirada cuando...
Una bomba de silencio en la ciudad tras la primera tormenta del verano. En mi oído persiste un murmullo incierto, como el ruido blanco de un...
A Diana Azcona, la poeta. Es el parpadeo que te junta los diciembres o la semana que amanece con siete días de retraso o tu vida que transcurre...
te sonrío / te parpadeo / te respiro con tus labios de horizonte en mis palabras con el sol que enciendes donde miras con el aire de alas que...
Dicen que los ojos no saben quedarse, que caminan por la calle de la mirada larga y, con algo de suerte, se pegan con insolencia a un talle que...
El túnel aplastó al reloj invertebrado, pero aún sacas carretillas de carbón de mis entrañas: fuera de mí me acumulo en negros cerros apagados. En...
Le faltaron rasguños a las caricias para ser la herida de alguien y no la cicatriz de nada. Nos faltaron miradas detrás de los párpados para...
Algo remoto con hostilidad de forma habita nuestra carne y la derrama en nuestras manos. Es una sapiencia de nado en la saliva porque muerdo en...
Buscamos nuestras almas y nos encontramos en cuerpos que también se escapan: somos peces anclados a su fuga, nos disolvemos en el humo de la...
Te gustaba el Muro de Varela y a mí me gustaba el modo de mirar de tus pezones, descalza y en octubre. Paloma, no nos quisimos cuando nos...
El árbol baja de sus ramas, la sombra sube, el cielo se llena de pájaros grises, llueve una canción de plumas: mojarse es volar; hay charcos bien...
al final, estoy más menos, sumado a la nada, restado de mí mismo, entre mí mismo dividido, multiplicado por cero, radicando incógnitas,...
He de decirlo. Tengo que sacarme esas palabras que me afilan las costillas y me agujeran los pulmones y me tienen con la voz armada de amapolas....
Tus manos me copian como ningún espejo y yo voy a tus manos a mirarme completo. Cuando han pasado las diez o las once y mi presencia se disuelve...
Después de esperar durante más de veinte minutos, la mesera al fin me trae el plato. Esta demora no tiene justificación, pienso, pues el...
Abro cita: “Yo te enseñé a sonreír; eso me llevo”. Cierro cita. Eso fue lo último que dijiste aquella vez, según recuerdo. Quizás debí corregirte...
Si alguna vez el pájaro escupió su sombra fue cuando escapé del túnel de la infancia: soy menos voz que panqué de tierra pero te miré a lo lejos,...
Lo digo por tu estrella señalada en el punto de tu retorno, por tu voz en todas sus islas, por el silencio que te ensancha la boca y te afirma en...
Quisiera entenderme con la belleza de las palabras como el barandal se entiende con la primavera. Quisiera entenderme con la memoria de lo...
Entonces la piedra me miró a mí desde el agujero de las palabras; usurpó el instante de mis extremos con la eternidad de sus átomos, y yo la herí...
No sé, pero te cuento: Empecé a escribir un tratado sobre los hábitos alimentarios del escarabajo pelotero en su fase larvaria. Pero un párrafo...
A Nancy, la Poeta Cósmica Pudiera ser que el universo que mides con la profundidad de tus ojos y el murmullo de tus labios sea el olvido. Cada...
Caí como una ciudadela asediada por el páramo, como un ídolo pagano que perdió la fe y la cabeza, como un trozo de periódico con la noticia del...
Te privatizaron el horizonte y, sin nada que la sostenga, tu mirada se cae a los charcos. No debiste acercarte a esos usureros: todos los poetas...
Es un canto sin jardines, sin azules enjaulados. No hay florituras en su enredadera, solo flores de calabaza y la sombra de una nube en un vaso de...
La casa se va llenando e intento pedir auxilio, pero por el auricular del teléfono ocupado se cuelan todas las voces del mundo, voces...
La garganta que te dijo se marchitó en la lanza que atravesó el sol de Florida huido a febrero con sus palmeras doradas en una aceituna, pero los...
El bufón conoce muy bien el significado de la vergüenza y se ha liberado de ella. En el momento en que uno no tiene vergüenza, accede a una...
Debajo de tus cabellos pasaron varios prodigios, fenómenos atmosféricos, trenes y barcos. Labios que trepaban a los jazmines con su color de...
No conocía el mar, pero te vi sonreír en olas y amparar en tus dedos la arena que el viento arrancaba de tu castillo de tristeza. El querube...
Tu piel final tuvo un comienzo: la grenetina de un aroma que recién cuajó en tus pliegues su antiguo temblor de rosa. En tu semblante persiste el...
Árbol, entrégame el fuego de los anillos interiores de tu temor que no te hacen retroceder durante el incendio. Enséñame cómo debo desprenderme...
Parece como si viernes, como si a partir de sombra quisiera decirte algo, cualquier cosa que no entiendas, aunque sé que de nada de pierdes....
Un enjambre de espigas amarillas prende en sus ojos luces asombrosas cuando nota en su boca las cosquillas de soles que se nombran mariposas. Es...
Eres evidente como una estrella en la madrugada y así permaneces aunque te eclipse la luz del día porque te escondes en las palabras y no lo...
Tu sustancia fue tan previa a ti que también fue mi sustancia. Pero emergimos de la uniformidad al baile de las máscaras, y el resto fue...
Encontrarte. Perderte. Eso es todo, a todas horas, en cada instante. Deshelar la clepsidra con los rayos del reloj, rascar en la arena de los...
Petróleo en los dientes, llama arrodillada. Agua de luz, luz de doler. Canción en la jaula donde se heló un canario. Vestigios de vuelo al calce...
Mi corazón es el pez de sus latidos: mar que naufraga en mar y se ahoga en sí mismo. Demasiado tengo de charco para ser el camino del agua, y yo...
Las únicas sirenas que conozco son las de las ambulancias; sin embargo, cuando las escucho acercarse por el océano de la madrugada no puedo evitar...
Hay que salvar tu nombre del azar de tus bocas, de la unidad de tus bocas a la deriva de mis voces, hay que sorber su océano a cucharadas hasta...
Mis ojos no son esclavos de lo que ven. Al rozar una estrella, la mirada vibra y en su extremo insospechado tiembla un arpa de luz posible en el...
El universo nada sabía de sí mismo, pero abriste los ojos… Y los ojos del universo se abrieron. Desde todas esas galaxias me miraste a mí, porque...
Me tocó tender la cama con tus lágrimas mal lloradas por mi cenicero, hacer la vida carente de un entero, que no la mitad de nada, pero sí el...
Azul sin cielo al escardar las cenizas porque tu boca aún se abre desde su raigambre de canción y beso, pero ninguna palabra la germina. Yo no...
Ahora llegan los cristales de tiempo como tu boca en los terrones de azúcar antes de entrar en el vapor de la taza y el café que disolvías junto...
Camino por la cocina anegada entre el ruido de los platos rotos adentrado en ti como en un río como un pez volátil entre tus cabellos ahora rubios...
"Granada que ha rasgado de plenitud su boca." MIGUEL HERNÁNDEZ Febril torbellino que pulsa un epicentro sanguíneo y eléctrico, luna que ha...
Lo dije todo de tan nada que dije. Adivinaste la garganta que escondí en el paréntesis, la palpaste es su grosera sutileza de penumbras con lo...
Aún puedo cerrar los ojos y mirarte. Te miro y te cuento lo mucho que mis manos quisieran imitar a mis ojos: cerrar una mano y encontrar tu mano,...
Éramos tan feos que solo nos restaba intentar algo lindo. Y no se nos quemó el pan en el horno que rompimos, ni nos faltaron gajos y pétalos bajo...
Tú no viniste conmigo, Pedro. Te quedaste en tus catorce mirando un color traspasado de magnolia y al laurel que soñaba reverdecer sus gorriones....
Novia de la pared, vecina de noviembre enamorada del eco que vibra en las huecas armaduras. Compañera del poco espíritu del teléfono colgado y de...