A nevado en la Sierra del Escorpión

Finales de julio y ha nevado en la sierra del escorpión,
abro el tarro de cristal donde guardo mis pulmones en formol
y me acojo al derecho que tengo de respirar,
enfundo mis manos en guantes de seda
y me dispongo a escribirte una canción de amor,
pero las uñas me sangran al roce con el papel
y el bolígrafo no deja de toser
expulsando flemas como babas de caracol.

Estuviste muy cerca de arrancarme la piel,
de beberte mi sangre
y dejar que mis huesos se secaran al sol,
casi me convences y te doy la razón
en lo que decías que una pasión después del amor
es una acequia sin riego, una tierra en barbecho,
una flor que perdió su aroma y su color,
y que para su remedio tenemos que buscar cuerpos nuevos
que rellenen los espacios vacíos de nuestras manos,
tenemos que convertir nuestras palabras en cerrajeros
para abrir los ojos que no nos quieren ver,
no hay otra que dar de comer al monstruo que llevamos dentro
si no queremos que se vuelva contra nosotros
y acabemos sin un cuerpo que devorar
en nuestras garras de carnicero.
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hermosas y melancólicas letras nos dejas, ese interior ávido de amor y acostumbrado al dolor, puede sobrevivir aun al mas crudo invierno pero nosotros decidimos alimentarlo y se puede sobrevivir al amor o vivir par amar, un placer leerte, abrazo.