A una madre

Tu Madre mía
Salvadora de mis agonías
Luz intensa que alumbra la oscuridad de mis días
Mi mas grande guía

Los años pasan y las normas de la vida nos separan
Pero tu madre mía de mi costado no te apartas
Cualquier problema, por mas complejo que parezca
El movimiento de uno solo de tus dedos, hace que la preocupación desaparezca

Llevo ya varios años recorridos
Son las vivencias de mi vida
Las que me recuerdan tus palabras ya aprendidas
Que por experiencias, alguna vez por tu boca fueron dichas

Con trabajos me has forjado
A base de mil regaños y pasando por miles de fracasos
Por un futuro ya determinado
Que a el llegare, con el paso de los años

Me das tus consejos
Con esas palabras, que ya suenan de viejos
Que me enseñan a mejorar en mis mas grandes defectos
Con los fines mas sinceros

Enalteces mis virtudes
Que quizás nos sean totalmente realistas
Pero a los ojos de una madre, son la verdad misma

Eres tu mi fuerza y mi valores
Eres tu madre mi educación y mis modales
Eres tu madre mía, la falta de preocupación a cualquiera de mis males
Eres tu y solo tu madre, el mas grande regalo, que dios a las personas pudo darles.

 

¡Aplaudo tus letras, y el valor que das a la vida! Porque ella es vida de tu vida, me agrado mucho leerte y emoción de leer admirables versos, un beso con todo mi cariño compañero.

 

Excelente maravilla de arte espléndido, profunda inspiración, intensas palabras divinas.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.