Ad Infinitum

El infinito es mi definición
de mi exiliada grandeza...
¿Cuando, pues, será que la luz
sea la que pueda ser cegada
por un fragmento de oscuridad?

Pero mis ángeles desmotivados
suelen enloquecer y apuñalarse,
hacen de mí un sangriento asilo
el cual termina en convertirse
en una profunda galería suicida.

El dios de mi alma se humilla
y reclama su encadenamiento,
su blanco corazón se desnutre,
se hunde en mis sucias manos
y no sé qué hacer... !No lo sé!

Tal vez, si hace mucho hubiera fenecido
o si esta vida no hubiese tenido razón,
mis ángeles volarían libremente y,
ese dios sonreiría al verlos brillar
en un cielo que jamás hubiera sido.

Pero un fragmento de oscuridad,
sólamente un pequeño fragmento,
pudo ser lo que dejó ciega mi luz.
¿Cuando, pues, volverá a brillar,
si aquella ya exiliada grandeza
se ha perdido en el infinito?

 

Muy bello y sentido, saludos.