Al otro lado del silencio.

Cerré mis ojos
para no derramar una lágrima,
apreté mis labios
conteniendo la rabia,
y cerré con fuerza mis manos
para no agarrar al vacío.
Cerré mi mente
para no pensarte,
mi corazón para no esperarte
quedándose mi carné, trémula
y fría como el hielo.
Cosí mis párpados,
al alma puse un candado
mientras el sol se derrumbaba
lento y seguro
y aún así, apareciste.
Al otro lado de mi ventana,
allá fuera, está el mundo,
fuera estás tú, viviendo sin mí.
Yo aquí, al otro lado del silencio,
envuelto en una tristeza sedosa
entre paredes desnudas,
hasta que un eco me pregunta
a quién aguardo.

 

Muchas gracias Alde por tu visita.
Cordial saludo

 

Así es mi querida Isabel, el corazón siempre ha de estar vivo para que la pena no lo vista de terciopelo negro.
Ayyy mi siempre bella amiga, haces que este corazón haga más ruido con tu sola presencia.
Muchas gracias mi queridísima amiga, mi anhelada y entrañable Dulcinea, miles de besos para ti con cariño de tu fiel. Muáackssssss

 

Sentido poema nos compartes, amigo Luis, donde en el encierro solitario sigue apareciendo la imagen de la amada. Buenas imágenes en su desarrollo.

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Mil perdones mi buen Marcos por este descuido a tus palabras. Celebro que haya sido de tu agrado.
Te mando un fuerte abrazo.
Disfruta de las vacaciones.

 

Celebro que haya sido de tu agrado Zulma, muchas gracias por tu visita con tan gratas palabras.
Cordial saludo.

 

Celebro mi querida amiga que hayan sido de tu agrado estas letras.
Vaya este gran abrazo con profunda admiración y buenos deseos para ti Laly.

 

Celebro que haya sido de tu agrado este poema. Muchas gracias por tu presencia.
Cordial saludo Beache.