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Amador sorprendido

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Fulgencio Cibertraker, 7 de Abril de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 250

  1. Fulgencio Cibertraker

    Fulgencio Cibertraker Poeta adicto al portal

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    Hombre
    (Amador es sorprendido robando unas hojas con garabatos de ruedas y piñones para la construcción de relojes)


    Ya que me viene a robar,
    al menos él doncel es guapo,
    así que ¡Colgazlo!.

    Lo que mandeis.

    Pero a donde vais con él.

    ¡ A colgarlo !, ¿No es lo que quereis?

    Pero que barbaridad,
    acaso a mi en la tierra,
    se me pueda bien robar.

    Que paseis una cuerda por la viga
    Y lo colguéis de la cabeza a los pies
    Maniatado suavecito por las manos
    Que prefiero al efebo, examinarlo.

    Lo dixo, lo que mandeis.
    Haber, robahigos verdes
    Las manos bajar quereis.

    Y dejar de asir el cordel.
    Que por ahora no prefiero
    zancadillearos la silla
    ni quitarla de los pies.

    Bueno ovediente, no es
    O lo haceis o la silla os quito
    bien formado si que esta el pillo
    Parece un atleta griego.

    Traezme los platos negros aquellos
    que versan sobre atletas del Olimpo
    el comparar me agrada si pudiera.


    Para desconcertar a todos los presentes
    Se bajo la camisa y dejo al aire sus pechos
    Pareceis contrariado pero no sorprendido
    Acaso no gozamos estar en la misma condición.

    No es por verlos, indulgente señora
    Es por saber que hacer con ellos.

    ¿Amasar agua y harina y hacer pan con miga
    O estirar aun mas la longaniza con la masa?

    Señora en vez de miraros
    No me quitan la mirada.

    ¡Anda! otro como el rey en su vista
    Que prefiere vernos los ojos
    Que mirarme lujurioso el culo.
    A mi es que me tienen muy vista.

    Yo podria estar una hora
    alabando vuestros pechos.

    !Una hora!, el alago señor
    El alago haria por vos
    que vivierais una hora

    No dejeis que muera donna
    Sin ver los pechos de la Iborra.
    Convertirdos con mis versos,
    Sopesar de uno su volumen
    Puesto sobre el fiel de la balanza,
    Y en el otro estremo, el mundo.

    Y cantar sus alabanzas donde sea
    Dicen que a luar de los vuestros
    Los vuestros si acaso son aldabas.

    Pues dicen que remueven la marea
    O restañir al tañir de las campanas
    y si me esfuerzo desviar otro planeta.

    El alago señor, os queda poca vida
    y no quiero con mi tiempo malgastarme,
    se que habeis venido a robarme
    Pero no se bien el motivo a que adularme.

    Vengo de parte de un relojero aleman
    Al que estan haciendo daño los vuestros.

    Yo solo he copiado los de ricos y hacendados.

    Pero mas simples,
    con dos piezas de menos
    Vengo o venia a entender
    el reloj de minutejos.

    Señor por dios se os esta inflamando la pierna
    Bajarle lo pantalones las mayas o lo que sea.

    Ya lo veo, tendréis que perdonarme
    Pero reconozco un alago cuando lo veo.

    Ya lo veo, ya lo veo
    ¿Como os llamáis princesa?
    Dijo Lucrecia pensativa.

    Amador condesa para seviros
    A vos y a vuestra esposa.

    En que me podriais a mi
    Servir, servirme o sirviente
    Ni se me puede robar
    Ni hurgar en mis arcones.

    Para vos estan guardados
    En cajones de aceros fuertes,
    mis melones mas sonantes.

    No seran los de la Iborra
    Pero veo que os vais agora
    perfeccionando en el alago.
    Pero por dios, escucharme
    !Queréis dejar de apuntarme!.

    Ante mi por respeto obtenido
    Donde fuereis destas tierras
    A nadie le veo empinado,
    Encima de una banqueta.

    Que al borde del precipicio
    Nos hemos al fin descuidado
    Presumidamente, asomado
    luego de puntillas empinado.
    Asomarse desde el risco.
    De sus pechos balconados.

    No es la luna si no donna
    Quien provoca la marea
    metiendose el agua en su seno
    Baja el nivel de la costa.

    Y de un salto a la corriente
    Me deje llevar por tus ojos
    Por ser mas grandes de lejos
    Que de cerda vuestros senos.

    ¿Recordais Celeste
    una comparacion asi.

    ¿No fue el primer dia de clase?
    Dejazme adivinar si puedo.
    Que tienen una rara cualidad
    De lejos son un poco grandes
    Y al acercarse, son pequeños.

    Aqui la santa un dia que dijo:
    Todos los hombres prefieren
    Los pechos que sean grandes
    Pero que ocupen poco espacio.

    Podria ser vuestro poeta de cabecera.
    Podría cantar de esas erguidas aldabas
    Alabanzas de poeta o trovo,
    al temblar con ellas la tierra
    convertidas con poco en campanas.


    Del poema epico: <Lucrecia Mataplana y Rogers Lancol
    de la casa ducal Folch en Cardona>
     
    #1
    Última modificación: 8 de Abril de 2017
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