Ángel de la muerte

Ángel de la muerte



No soy nadie,

nadie me conoce,

soy invisible…



Esa es mi fortaleza,

mi poder…



Siempre humillado,

relegado,

menospreciado por ellas…



Las escucho reír

a mis espaldas,

se burlan de mis intentos

por amarlas…



Me atrae su belleza,

su sensualidad…



Me atrae el odio,

el humillarlas…



De día soy

uno más del rebaño.



De noche soy

el señor de la oscuridad.



Para probarlo

salgo a cazarlas…



Sigiloso me deslizo entre

las sombras,

hasta que encuentro

a la presa ideal…



Me deleito con su asombro,

su miedo me excita,

al verse atadas

suplican por su vida…



Me prometen el cielo…

Me prometen ser buenas…

Me prometen amarme…



Soy su dueño,

ellas mis esclavas…



Es cuando las poseo…



Yo y mi navaja somos

sus más devotos amantes.



Su sangre es mi elixir…

Sus cuerpos mis juguetes sexuales…



Soy su oscuro amo…



El ángel de la muerte….

 

No soy muy buena para leer este tipo de poemas pero por alguna razón el suyo tiene algo que me gustó, grato recorrer su espacio saludos!

 

La empatía puede llevarnos a lugares muy oscuros...

 

¿Una confesión o un deseo ? Gran dilema. Saludos

 

ni confesión, ni deseo, es transcribir lo que el Suicida me susurra de madrugada...