Apatía

Siempre me gustó mi cama,
el placer de soñar sobre la almohada,
la rapidez con que me lleva hacia otro mundo,
perderme en su sendero de curvas,
sentirme pequeña al cerrar los ojos.

Volar de a pie a la oscuridad,
saber que a mis gritos ahogados nadie los puede escuchar,
a mis lágrimas fácilmente las puedo secar,
hablando de lágrimas,
¿Saben lo útiles que son las sábanas para absorber penas?
Aquellas que se te juntan en las cosas nasales y caen en forma de gotas.

No es un privilegio de muchos,
ni consuelo de tantos otros,
pero me gusta mi cama,
y me gusta todo lo que en ella es fácil esconder.

 

Que bonito. Es compartir un momento íntimo de estar con uno mismo en un lugar muy propio,alejado de todo.

Saludos Cordiales

 

¿ Qué puedes esconder en tu cama ?
Una hucha de barro cocido, que esconde suficientes monedas, para comprarte una muñeca de porcelana.
Un bloc de dibujo, de tamaño grande, para que puedas expresar tus sentimientos, de múltiples colores.
Un muñeco de peluche, que te mira a los ojos, con cara de pocos amigos, y lo lanzas contra el armario.
¡ Y tú ! Tú puedes esconderte, dentro de tu cama, para que el muñeco no empiece a darte besos y abrazos.