Apreciar lo que se tiene.

Quien eres. Eres tu propio amigo. Lo dicen, pero es cierto. Incluso si a veces te consideras tonto/a. Nadie más que tú conoce tan bien al niño que eras, los sueños que tuviste, tus pensamientos más íntimos. Nadie te conoce mejor, nadie está siempre contigo de esa manera.
Hazlo tangible: busca pequeños objetos que simbolicen quién eres y de dónde vienes, tus deseos y sueños, tu apoyo. Una caracola que encontraste en la playa, un amuleto, esos pequeños tesoros que amabas de pequeño, que son valiosos por el significado que les diste. Júntalos o conviértelos en una obra de arte, para que pueda reflejarse en el ojo del tiempo.
Aprecia el niño que hay en tí.

Naturaleza. Todo surge de la tierra, del suelo bajo tus pies, de los elementos que una vez fueron arrojados a través del universo y se adhirieron juntos. Estamos conectados con la naturaleza y vemos cuánto efecto tiene si comienzas a nutrirte allí. Cuelga una caja nido. Cinco pajaritos! Planta un árbol. Manzanas y peras! Empiezas con una semilla y de repente tienes un tallo de frijoles. La naturaleza también nos alimenta, y no solo a través del frutero. Sal a la naturaleza tan a menudo como puedas. Aprecia el suave cosquilleo de una mariquita en tu brazo. El aroma del bosque cuando acaba de llover. Disfruta del destello del sol del mediodía y la luz de la luna llena. Pon tu mano sobre la corteza de un árbol y escucha el suave susurro de un arbusto más lejos, de un animal que no se atreve a acercarse, pero te ve.
Aprecia la vida.

Soñar. Cuando todo está oscuro, una pequeña llama ya brinda calidéz, consuelo y esperanza. El fuego es irresistible y no puedes apartar los ojos de él. Eso es profundo, se remonta a los tiempos en que nos sentábamos alrededor de una fogata frente a una cueva y nos contábamos historias, mientras que el fuego mantenía a raya a los animales salvajes. Después de la cena oscurece la habitación, apaga todas las luces. Enciende una vela, envuélvela con tus manos, como personas de todo el mundo, desde el principio de los tiempos, apreciaron la pequeña llama. Cuéntense historias. O simplemente míralo por un momento, deja que tus pensamientos se vayan o no pienses por un tiempo. Ten fe en que no importa lo oscure que esté, siempre puedes encender una llama y que la luz te consolará. Eres uno de los guardianes del fuego y mañana es otro día.
Ten esperanza.

Libertad. El mapa de color amarillo, rojo: no todo es posible, pero en las alas de tus pensamientos viajas por todo el mundo. La libertad está en poder pensar lo que quieras. Libertad para soñar, pensar, fantasear, amar, elegir dónde enfocar tu atención. Pero sobre todo: libertad para elegir cómo lidiar con lo que sucede.
La libertad está en los momentos felices e inesperados en los que te desvías del guión. Baila en la cocina, trepa un árbol, escucha los gansos volando , haga cosquillas a un niño con una plumita. Respira profundo.
Aprecia la libertad.

Tus amigos y familiares. Aunque a veces parezca diferente, nunca estás solo. Estás conectado a tus antepasados, con las personas en las que vives y con las personas que te procedieron en el camino que ahora estás caminando. Y sobre todo con las personas que que ahora están cerca.
Los amigos que puedes haber conocido desde una edad temprana. La gente que te vió crecer y que viven en tí, las personas que te aman y tú amas. Dales un lugar en tu casa, en forma de foto o símbolo. Y si realmente no es posible abrazar, pon el amor en llamadas telefónicas, una carta. Solo para decir, me alegro de que estés aquí.
Aprecia a quien amas.

Creatividad. Imaginas algo y luego lo haces. haz que aparezcan líneas en una hoja de papel en blanco. De cebollas haces una sopa, de un dulce pensamiento un abrazo, de una pared desnuda una obra de arte y de un día lo llenas de experiencias.
A todos nos parece normal, pero ese poder creativo puede calificarse con seguridad de milagro. Tú haces cosas. Qué necesitas para encender tu fuego creativo? Para cambiar el mundo? Qué te inspira, qué te hace feliz, qué te hace sentir más ligero? Reserva espacio para ello, haz tiempo libre para ello. Leer , hacer manualidades, improvisar, jugar. Lo que tienes en la mente está más cerca de lo que crees.
Aprecia lo que te inspira.