Aquí

Y la sonrisa de Bristy, ante las olas del Mar, que tiende a infinito, como un vendedor ambulante que la quiere besar.
¿ Compra usted gel del Aloe Vera ?
¿ Crema para después del afeitado, compuesta a base de lecho marino del Mar Muerto ?
¿ Sacos de sal marina gorda ? ¿ Algún potente imán de neodimio, le haría falta ?
¿ Frascos de cristal, cucharas de palo, o bobinas dobles de Tesla ?





¿ No ?


Hesíodo, ¿ Es navegante ? ¿ Por dónde va ? ¿ En una tabla de Wind-surf ? ¿ Hesíodo está cerca de las rocas, por ahí ? Oh, Hesíodo, ya...
Es un griego que ya fue.
O sea...


Vale. Sai onara, que tengo cosas importantes que hacer, y masajes que dar, en la espalda de alguna dama ansiosa por rejuvenecer.


¿ ?
¿ Nada de nada ? No le apetece... Mire, vendo hostias consagradas, hechas de arroz.
¡ Tortitas de arroz ! Como el pan de gambas, que ofrecen en los restaurantes chinos.
Sí, y galletas de algarroba.
Infusiones de cáñamo, granos de pimienta y bayas de enebro, para corregir aquellos genes que en el paciente, estuvieran defectuosos.


Bueno...
¿ No tiene usted necesidad ?
Digo, de curar a las plantas de su jardín,
Las plantas y los animales, aman el cáñamo. Pero ¡ Ojo ! Cáñamo no es Marihuana.

 

Una lírica profunda con un tema que hace eco de la misma. Es un gusto volver a leer tu poesía querida Bristy. Un gran abrazo.