Arte y deporte.

Me encantaría quererla más aún.
Mas no está esa opción, en mi mano.
Por ello, la dejo escapar. Es un oficio muy riguroso y exigente.
Servir a toda la gente. Puesto que la gente es vida, y la vida, una maja desnuda.


Los dejo a solas, para que mediten y se iluminen, junto al Buddha.


Que hagan Yoga, que está en boga.
Yo no me mezclo con el pueblo llano.
Prefiero ensayar dibujando y tocando el piano.
Pero mi elegida se fijó en mí, antes que yo en ella.


Por eso, tiene el control, y hace la tortilla española, y la paella.


La paella valenciana le sale de re-chupete.
Y no tenemos hijos. Salvo don Pimpón y Espinete.
También tuvimos a Tricky, que es monstruo de las galletas.
Y al soldadito de plomo. El patito feo o los hombres grises, que aman el Tiempo, frente a Momo.


Momo es una muchacha gitana que se viste de colores.


Mi esposa y yo cultivamos muchas flores.
Y bailamos, por sevillanas, con alegría.
Vencemos, en Democracia, pues somos mayoría.
Siempre ganamos, porque la izquierda y la derecha, están de nuestra parte.


Somos ambidiestros, y practicamos el deporte, y el arte.

 

¡Qué original es tu discurso poético!. Mencionar la democracia y la mayoría es un recurso como antagónico. Curioso poema, curiosa construcción. Un abrazo, Daniela.