Así, solo

Así, solo. En silencio.
Callado y mudo. Anhelante.
Esperando el viento
que me atraviese
como el aire a la retama
y deje susurros
que acunen a las aves.

Así, solo. En silencio.
Callado y mudo. Anhelante.
Como piedra
en el fondo del río
que espera la corriente,
que el agua la bañe
entre murmullos cantarines
y, atravesando el muro cristalino,
lleguen rayos de sol
que yo refleje.

Así, solo. En silencio.
Callado y mudo. Anhelante.
Como la laguna pequeña,
la de los juncos altos,
pendiente de la noche
en que las estrellas
espejeen en su superficie.

Así, solo. En silencio.
Callado y mudo. Anhelante.

 

Un poema que si debo definirlo con la palabra o idea que me dejó al cabo de la lectura es "espera".
Siempre estamos esperando algo que quisiéramos que llegara.
No es malo esperar, porque en ello anida una motivación, que es mejor que el estancamiento o el letargo. Y cuando esa espera se basa en un futuro posible y positivo, tiene las características que mencionan tus versos.
Así como esperan los elementos de la naturaleza, con sabiduría y en calma.
Me alegra amigo que hayas traído un estreno tan bello que me encantó leer.
Un gran abrazo con la admiración de siempre.

 

Melancólicos y palpitantes versos esperando el viento y las aguas que rompen soledades y vivifican las sabias almas. Un gusto pasar por su espléndida creación amigo Luis.

 

En ocasiones necesitamos el silencio, para estar atentos, para esperar lo que la vida en distintas facetas nos ofrece. Esperar y esperar con esperanza, pues si nos recorre el aire, si nos rodea el agua, si el espacio infinito se nos manifiesta, ojalá que estemos preparados para recibirlo y vivirlo con intensidad y no nos pille leyendo mensajes en el móvil.
Gracias por acercarte hasta estos versos y por tus palabras, acertadas y perspicaces. La espera no es algo inútil, si somos capaces de prepararnos para lo que llegue, abriendo la mente y el corazón.
Agradezco tu acertada presencia y valoro tu respuesta. Un gran abrazo y mi admiración.

 

En el silencio y en la espera nos forjamos, nos preparamos para lo que nos ofrezca el mundo. Así podremos ser atravesados por el viento y crear armonías, o sumergirnos en el agua para vivificarnos con los rayos del sol.
Gracias por tu paso por mis letras y por dejar un amable comentario. Un saludo.

 

Este del otoño es un tiempo de recogida. Se recogen los frutos, la Tierra recoge las hojas de los árboles, éstos se desnudan para dejar pasar los rayos tibios del sol. Y es un tiempo de espera, el alma se detiene unos instantes, para prepararse para el invierno que se anuncia. Y mis versos quieren detener por unos instantes esas imágenes.
Gracias por tu visita y tus comentarios. Un cordial saludo. Felices días.

 

La vida siempre nos hace esperar, nos lleva por caminos indefinidos por una causa que solo ella sabe y muchas veces nos regala la compañía de la soledad. Solo nos queda esperar el porque y el cuando para ver a vivir una vez más. Hermosos versos, profundos y de gran calidad poética cómo es su costumbre, Luis. Felicitaciones y saludos, Daniel.

 

Gracias, Daniel por la visita y por la amabilidad de estas palabras. En ocasiones uno tiene que esperar, incluso estar solo para dejar que el viento nos atraviese, o para reflejar el cielo, o que el agua nos rodee.
Así también se manifiesta la vida y se hace presente la esperanza.
Ha sido un placer encontrarte en mi rincón. Un saludo.

 

Ayyy querido Luís, el silencio también habla, solos y en silencio, haciéndonos un hueco a nosotros mismos y refugiándonos en él podremos percibir las vibraciones de un Universo inmenso, la música estelar, la anhelante espera que aguarda ese instante mágico que nos permite escuchar el crecimiento de la hierba, la apertura de una nueva flor, el pálpito sutil y tierno de la mirada de un niño, el suave terciopelo de la noche.... Ayyy leerte supone que se me escape algún que otro suspiro......muááááackssssssss

 

A veces el silencio nos ayuda, nos hace crecer. La introspección, el tiempo para meditar y pensar, requieren de ese silencio, de la soledad creativa a la que entregarse para florecer como ser inteligente.
Gracias, Isabel, por acercarte a mis versos y dejar tu acertado y gentil comentario. A veces uno escribe para unos pocos y tu eres una de esas lectoras para las que yo escribo y me siento bien cuando encuentro entre mis letras tu comentario.
Un gran abrazo y muchos besos.

 

Tu poema me hizo imaginar a una semilla acunada por la tierra, recibiendo las caricias de la lluvia y la tibieza de los rayos del sol. En silencio, sola esperando el momento de estirar sus brazos colmados de esperanza y curiosidad por lo que le espera al ir creciendo.
Es un poema muy encantador querido Luis, la soledad y el silencio no siempre son negativos, también pueden ser momentos de crecimiento y de transformaciones. Es todo un placer leer tu obra y quedarse así en silencio, reflexionando.
Un gran abrazo con mi total admiración.

 

Así es, Laly. En la vida a veces hay que esperar, hablar menos y escuchar más. El silencio rodeado de vida, es intenso, acuna el pensamiento y llena el alma. En nuestra sociedad, no es ya el sonido, sino el ruido que todo lo invade y se nos hace tan familiar que casi ya no lo notamos, hasta que llegamos al silencio, a la quietud que, en ocasiones, tanto bien nos hace.
Gracias por tu acertado comentario y por ti agradable visita. Un fuerte abrazo.