Balas Contra El Mundo (V.P.)

Balas contra el mundo

Sólo me quedo quieto cuando no tengo balas para disparar contra el mundo,
sólo entonces, y mientras preparo mi próximo objetivo, me recojo y medito
sobre esas bocas que nacen condenadas al hambre
y en esos corazones que su única salida es el martirio de su voluntad,
en esas mentes de trapo que nos gobiernan y que desde sus altares reparten bendiciones
como lo hace el granjero, que a puñados reparte el pienso para su ganado.

Sólo me quedo quieto cuando no tengo munición en el cargador,
sólo entonces hago recuento de mis errores y aciertos,
con el pulso tranquilo miro en las notas necrológicas para comprobar que no he muerto
y después de celebrar que estoy vivo afilo mi mano con una chaira de carnicero
y sin piedad me pongo a desgarrar páginas como mejor entiendo,
con lo que soy, con lo que tengo, convirtiendo cada letra que escribo
en una gota de sangre hasta desangrarme
por poder seguir diciendo lo que llevo dentro.