Calle

en ocasiones forjo los versos
de tu vida y mi muerte bajo esa luz
de la calle gris y sufrida, calle de murmullos
y oraciones; sin buzón ni esperanza ni credo;
de luz por lo bajo, de luz que al temblar
le da vida a las sombras de algunos
fantasmas que quieren ser míos,

casi siempre me llevo en los ojos a la almohada
la luz de esa calle que ilumina sin remedio
el recuerdo que nace en la plaza de tu nuca
en donde se erige sin piedad el cadalso
en el que mueren, y no, suspiros
y colmenas de besos con avispas,

en ocasiones me descubro oculto
entre la luz sufrida de la calle
y ciertos remordimientos mientras
me veo arando tu vientre a dentelladas
húmedas certeras y calientes brindando
por tu vida en las profundidades de tu ombligo,

en ocasiones forjo los versos de tu vida
en la cara y cruz de mi muerte a fuego lento,
con la luz de tu calle que nunca conocí
y que no termino de recorrer con mis dedos
que acarician cada uno de tus versos.


Due 9.08.13 en una tarde en la que la luna naciente apenas es visible, pero inmensamente suspirable.


Nota 1. ¿Cuántos lados tiene un círculo?

Nota 2. La orden fue Subid las vela: y los de abajo se quedaron a oscuras

Nota 3. El círculo tiene dos lados, el de dentro y el de fuera.

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Magistral, amigo Francisco, tanto las ironías y juegos malabares con las palabras al término como siempre tus versos que parezco hacer míos por momentos. Por alguna razón, me siento a veces partícipe de esta forma de escribir. Bien... hay metáforas que me encumbran hasta la apoteosis de tu genialidad, al menos sí para contemplar e intentar palpar: la plaza de tu nuca, ese cadalso donde fenecen los buenos y los malos recuerdos, tan bien metaforizados tal y como yo los interpreto.
También la sensualidad es aludida sin menoscabo:

arando tu vientre
a dentelladas húmedas certeras y
calientes brindando por tu vida
en las profundidades de tu ombligo

¿Qué decir? Me encanta esta manera de escribir, genial, natural, sencilla pero abstracta, compleja pero propia, alejada de dictámenes, solo con el dictado del pensamiento recorriendo los recovecos, esquinas y gravas del interior propio más el que en el ser alejado se adivina.

Un abrazo, Francisco

 

jeje que bueno el conjunto, excelente como siempre, por cierto, en un circulo caben muchos helados jeje
Un placer, saludos.

 

Muchas gracias por tal halago


salu2

 

Muchas gracias salu2

 

[FONT=&quot]Grandes versos que con carisma y magistralías nos ofreces, esa melancolía que desprendes es sutil y a la vez muy influyente
[FONT=&quot]Excelente panorámica con una bella perspectiva
[FONT=&quot]Es grato toparme con tu pluma
[FONT=&quot]Abrazos poeta

 

La calle así como mi caminar por su silencio. Esplendido ciertamente.

 

Vibrante melancolía con excelentes imágenes como siempre...un gusto amigo...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Muchas gracias, salu2

 

Muchas gracias...salu2

 

Muchas gracias, salu2

 

muchas gracias, salu2

 

lo que ara el vientre en tus finos versos, un encanto leerte poeta, slaudos

 

La capacidad que posees para meter tantas cosas
en tus letras me sorprende.
Claro que se respira melancolía.
Pero hay más cosas adentro, un poco de humor negro,
algo de ensoñación e incluso sensualidad.
Mis respetos.
Abrazos.

 

muchas gracias, salu2

 

Don Francisco
que poema tan hermoso
tan profundamente melancólico,
con su aval
permítame dejarle mi comentario.

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Algunas veces se esculpen versos
con las sombras lapidadas bajo los faroles,
cadenetas de palabras que oran solas
y doblan sus rodillas ante el infortunio
fustigando las heridas incoloras.


Debajo de los ojos hay otros ojos
son los que archivan a diario fotografías
el haz de una sonrisa y la refracción de una mirada
altares de sacrificio para el corazón endosatario
con hojas de álgido filo
donde sucumben los suspiros.

De pronto se corren velos
amortiguadores de los sensores
los que encubren penas pretéritas
que ha marcado sus huellas
se parecen a otras llanuras, a valles y otros collados
sin ser los mismos huertos
donde sus rosas se han degollado.

Otrora se esculpieron rimas
y se tallan en el presente
a aquellos adoquines que guardan la última pena,
mortecina luz de un candil, al paso de los versos
que se apuntalaron contra el pedernal
al herir la luz aquel beso.

 

Muchas gracias, salu2

 

Es grande el poema, apenas puwdo entrar, porque con el movil es insufrible
hacer algo bien...
Besos

 

Bello trabajo de esplendorosas imágenes que elevan la belleza de tu sentir, un abrazo poeta.

 

Muchas gracias, salu2

 

MIl gracias, salu2

 

Excelente poema, una maravilla de obra.

 

Muchas gracias, salu2

 

Muchas gracias, salu2

 

Muchas gracias, salu2

 

Sorprendida muy gratamente de pasar sin tropiezos por esta calle plagada de melancolía.
Un verdadero placer encontrarla en mi camino.

Felicidades

Palmira

 

Nuevamente, un regocijo para el alma, de exquisiteces y embelesos. Saludos.

 

muchas gracias, salu2