CAMILO JOSE CELA

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Camilo José Cela comenzó a moverse por los círculos literarios de Madrid cuando publicó su primera y exitosa obra "La familia de Pascual Duarte".
Años después comenzó a recorrer a pie algunos paisajes de Castilla, próximos a Madrid, de donde nacería su famoso libro "Viaje a la Alcarria".
Es miembro de la Real Academia Española de la Lengua desde 1957. Fué senador en las primeras cortes democráticas. En 1984 obtuvo el Premio Nacional de Literatura por la obra "Mazurca para dos muertos", siguieron a este galardón muchos otros premios, entre ellos, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987 y el Premio Cervantes de Literatura en 1995.

Primer Aniversario de su muerte
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El 17 de enero de 2003 se cumple el primer aniversario de la muerte de D. Camilo José Cela.
Actos conmemorativos de toda índole y artículos de reconocidas plumas habrán dado testimonio de este evento. En el libro publicado por su hijo C.J. Cela Conde: "CELA mi padre" se describe con gran cariño uno de sus momentos cumbre como escritor, la ceremonia de entrega del Premio Nobel. Desde Hispanobel queremos rendirle un pequeño homenaje transcribiendo dicho relato.

"... Sólo nuestro premio Nobel de Literatura, por ejemplo, luce medallas: la de la Real Academia de la Lengua, la Gran Cruz de Isabel La Católica y la de la Villa de Padrón.
Sólo él viste chaleco y corbatín negro, de acuerdo con la costumbre de los académicos españoles.
Sólo CJC permanece todo el tiempo con el gesto ceñido habitual de quien parece enfadado con el mundo, sin leer la traducción de los discursos suecos que, por otra parte, está en inglés excepto en su propio caso.
Sólo el cronista oficial de Padrón se guarda con esmero de dar la espalda al Rey, luego de recibir la caja del diploma.
Camilo José Cela es ya Premio Nobel a todos los efectos.
El aplauso, atronador, muestra bien a las claras a quién sigue el público asistente al acto.
La emoción se desborda y hasta el hierático CJC, una vez sentado, se permite, contraviniendo todas las reglas, un tímido saludo a la concurrencia.
Al terminar el acto, es el delirio. Pocos pueden a esas alturas contener las lágrimas."
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