Ciudad

Un absurdo escupitajo de siniestro desparpajo.
Un esperpéntico jirón de venas de asquerosa nitidez.
Un redil de desatinos de patética existencia.

Un violín desafinado de madera putrefacta,
emitiendo los chirridos más siniestros y cobardes.
Una música estridente de oscura melodía entrecortada.

Una hedionda halitosis sinvergüenza, apestosa,
como fosas comunes de expósitos descompuestos
en alcantarillas de titánicas deposiciones diarreicas.

Como patéticos mocos pegados al gotelé de una pared mugrienta.
O chicles debajo del pupitre de una interminable y trasnochada clase
de matar el tiempo a fuerza de dejarlo escapar con las orejas cocidas

Un esdrújulo sinsabor desgarbado y miserable, jorobado,
sucio, roñoso, desgastado, de pan con pan, de café aguado
el lunes más cualquiera de todos los lunes.

Un gris tirando a negro con algo de marrón en el zapato.
Terco recital de monocromos y neones velados,
mastodónticas colmenas cementadas, gigantes de ojos estupidos.

Ruinosa plaga de nichos que infecta la ciudad por donde vaya.

 

la textura de lo asqueroso, de lo amargo de la ciudad puede ser mejor constituido

 

vaya, que ciudad es la que dejas en este poema, fuerte sin duda, me ha gustado, saludos

 

Todo y más se cuece bajo las paredes y el asfalto de las ciudades. Un abrazito inmenso Pome...!

 

que oscuridad y que pobre ciudad transmites en tus letras es toda una obra de arte me encanta esa forma tuya de ser tan intenso en lo que quieres reflejar en tus notas un violin desafinado la patetica existencia que poema tan bien marcado me facina leerte mis estrellas para ti.

 

Hola Francisco, si un poco fuerte, je, je, je creo que venia algo cabreado del trabajo, ja ja ja ja.


Gracias por tus comentarios Francisco.

Un saludo sheriff.

 

Hola Tutti, gracias por leerme y por tu comentarios.


Abrazos.

 

Hola cascabel, muchas gracias por tus comentarios.


Un besazo.