Clic

Viernes ... 9:53... demasiado pronto para una cerveza, mi estómago piensa que no es políticamente correcto, mi cabeza grita, ¿a quién coño le importa? - ahora vuelvo -

¿Habéis tenido alguna vez una bombilla rebelde? No está rota solo que, por algún motivo físicamente inexplicable, se niega a mantenerse encendida. Cada día te acercas a ella, la enroscas hasta el cuarto de giro antes de su rotura, das al interruptor y clic, ahí está, luciendo sincronizada y clic, se apaga, clic, se enciende, clic, clic, clic ... y a los pocos minutos... oscuridad... no estalla, sus filamentos siguen delicadamente intactos tras la burbuja cristalina, enredados en pequeñas espirales... y vuelves a girarla... clic, clic, clic... vuelta a empezar. Hasta que desistes. No la he cambiado, a fin de cuentas, me gusta pensar que hasta una bombilla tiene capacidad de decidir... me apago...

Clic, clic, clic... la pantalla aguarda que mis dedos la desvirgen con estos pensamientos embarrados. No creo que gima de placer aunque ya se sabe, la primera vez no suele ser orgásmica sino un puro trámite hasta que la piel se reconoce - filamentos enredados en pequeñas espirales - y se enciende...

Si pudiera traspasar las nubes que anuncian tormenta y observar las mil estrellas al margen de tu mirada, descubrir la belleza en el rodar incesante del llanto, torcer la sonrisa del tiempo, saber de mí, más allá de la mentira del espejo, olvidar los sueños mediocres que se enquistan en la aurora y llenar los vacíos inmensos del ocaso. Si pudiera decir, te quiero, sin sentir que al hacerlo, yo no me quiero... Si pudiera verbalizar la distancia y abrazarla en la certeza que un final es un principio... Si pudiera destrazar el destino y despejarle de piedras. Si pudiera darle a mi brújula su norte.... ¿quién podría apagarme? Sólo yo, girando a la inversa...

...clic.

 

Sí, Eva, a veces parece que el poder de actuación y cambio sobre nosotros mismos es solo cosa de algún misterioso encantamiento o destino que nos condiciona y nos limita, y que es ajeno a nuestra voluntad e incluso a nuestro deseo.
El caso es que somos la bombilla más o menos defectuosa, la mano que la enrosca y el interruptor, pero sobre todo somos la necesidad de lucir, lo llevamos en nuestra naturaleza, y si lo intentamos con cabezonería, al final acabamos encendiéndonos,
(...hasta que nos fundamos o nos corten el suministro por impago, claro está, jeje)

Y nada, tómate la cerveza aunque sea pronto (eso sí, acompañada de una buena tapa, ..que si no a ciertas horas y en ayunas sube que no veas), ...que una vez al año no hace daño, (fíjate que algunos desayunan hasta con cava... jeje).

Excelente prosa, Eva, ...y me alegro también de saludarte, amiga, ...espero que te vaya todo genial. Un abrazo!

 

Ayy si pudieramos cambiarlo todo en el momento justo todo seria distinto ¿verdad? hacia tiempo que no te leia y pá mi ha sido una gran sorpresa. Me alegra verte por estos ladares. Gracias por compartir tus letras. ABRAZOS

 

Buen poema... pero haz que te revise la conexión un electricista, puede llegue a mayores

 

Un placer leer tu prosa. Hay una enorme conexión a través de la lectura. Saludos.

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