Colmenar

Desciende en libertad tu llamarada
por cálida y estrecha calentura
hacia la inmensidad de la llanura
paciente como buque en la ensenada.

Y abierto el palmeral de mi mirada,
indicios descubriste en su espesura,
pues fue el sentir tu ardiente picadura
avispones de risa conquistada.

Tu tiempo liba mieles en colmenas
erguidas por los siglos. Sus abejas
tu amante eternidad están bebiendo.

Y en tanto el corazón que me cercenas
con soplos retirados de mis quejas
en su amplio colmenar se va fundiendo.




© Abraham Ferreira Khalil

 

Una belleza, espléndido trabajo monumental.
Desde Mar del Plata, abrazo fuerte al corazón.

 

Muy dulce y hermoso amigo...un gusto volver a leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...