Como Un Dardo de Dolor

Las lágrimas contenidas en tu mirada,
los cristales transparentes que no hablan,
contemplando sin hablar mientras me excuso.
Son dardos de dolor que en mí se clavan.

Tu silencio dadivoso que percibo,
el dolor en tu rostro sorprendido,
y tus labios que no emiten ni un sonido.
Son dardos de dolor que yo distingo.

Interrumpo mi discurso sorprendido,
por el rostro que descubro dolorido.
Un dolor que revelo, me ha dolido,
como dardos de dolor que me han herido.

Una estrella se desliza en tus mejillas.
Ya no hablo, tú no hablas ni me gritas,
mas sostienes tu mirada que lastima,
como dardos de dolor que en mí se hincan.

El silencio que me hunde las heridas,
provocadas por tus gestos tan sentidos,
me remiten al pecado cometido,
Como dardos de Satán que he merecido.

Las excusas que te he dado te han herido,
y mi herida es el dolor que he causado.
Tu silencio que me tiene consternado,
son dardos de dolor que me has clavado.

Finalmente adivino por tus ojos,
la intención que refleja tu postura,
he inclinando mi mirada levemente,
humillado voy llorando mi amargura.

Adivino: No hay mañana,… ya es de noche.
Y los niños que atraviesan la cocina,
me permiten respirar por un instante,
como dardos de dolor que me retiran.

Dulcemente los abrazas,… los acuestas….
Yo atravieso los espacios mientras veo
como cantas tu arrorró con canto bello.
Con un canto de dolor se van durmiendo.

En el living me arrodillo abrumado,
pues te he dado lo que nunca has merecido,
y llorando me levanto decidido.
“Con el dardo de dolor habré partido.”

En la calle ya la noche se ha cerrado,
y el frío que no siento me ha calado,
mas tu voz que distante me ha llamado,
como un dardo de dolor me ha refrenado.

Atraviesas la distancia con apremio,
y te paras frente a mí muy enojada,
“¡Cobarde!” me disparas “pues te has ido”.
Como un dardo de dolor yo lo diviso.

De la mano me sujetas fuertemente,
y me jalas con más fuerza hacia la casa,
Y me dices: "“Esto aquí hay que arreglarlo”"
Como un dardo de pasión te me abalanzas.

Yo no puedo sostenerte la mirada,
mas tu amor mi vergüenza sobrepasa.
Me perdonas, me acaricias y me abrazas….
Ese dardo de dolor... ¡Será una brasa!​

 

he pulido esta antigua obra, espero la disfruten.