Cosas de los bretes aventurados

Acabado en los espígales del silencio,
voy velando entre mil sutras interrupus
por una noche con quien departir de verdad.

Buscando a mi Norah Lange
por los breteles manchados
de la banalidad menos girondeana,

me nacen sólo estériles afroditas
de los ronquidos castratis
por el sudor de salivas espumadas.

Cansado de la cubrición fruncida
en bandullos como jardines vencidos,
ando harto de tanta petite mort

a orillas de arrumacos que no florecen.

 

Sembrar de alientos las mañanas
aguar aún más los rios y las fuentes
convertir en vergel el lodo,
para que tanta petite mort se desparrame
al resbalar acera abajo con su esqueleto.


(creo que no podía ser otro, sino yo, la que hiciera el primer comentario... deje a Norah Lange tranquila que debe andar susurrando con Oliverio)
Vesos

 

"Sembrar de alientos las mañanas", qué bien entendiste el poema....
dejame soñar con alguna Norah, aunque ya se las lleven otros, más guapos, más inteligentes...

vesos