Crónico (avisen que volveré)

Hablando de lo nuestro:
¿cuántas veces será la última vez?

El pasado nos embosca en el futuro
Mientras a la vuelta de la esquina de una cuadra muy larga
Logro desbórdame de mi cuerpo
Y te toco

Te toco como te tocaría un mar antiguo
Desesperadamente cansado
Nunca suficientemente experiente
Fuerte si,
pero ciego

Una ola pinta tu sonrisa de verde
Otra de celestes tu cintura

Cabos, caletas y honduras.
penínsulas y estuarios.
Lunas que traen mareas
que van y que vuelven
Gaviotas que descienden
tan solo para para terminar volando

Sirena varada,
con este viento debo irme
Le pregunté al alba
¿cuántas veces será la última vez?
Pero el Sol quemaba ya
y no me respondía

Adiós,
O hasta luego

Te dejé un collar de perlas robado a las horas de no tenerte
Redondo de buenos recuerdos,
Enhebrado de penas

Te dejé un ballet de cangrejos que el despertar han de alegrarte
y grabado en un caracol
un “te quiero tanto”

que no me lo creerías…

 

Resultó muy gratificante la lectura de tu buen escrito, gracias. Buen día.

 

Oju!!!

Un ballet de cangrejos, de paso que ando en Tokio se me antojo uno al horno.


Me gusta más el caracol se ve más guapo que los cangrejos y antes de que venga el emperador me fui a Rusia a reservar mi estancia para el mundial!!!


Salud a la rima , besos

 

Poema bello y original en su escritura por momentos de cierto toque surrealista que a mí me gusta mucho. Creo que tener un estilo es un grado en poesía y pienso que tu tienes uno muy marcado que como te he dicho a mí me agrada. Un abrazo amigo Poeta del asfalto. Paco.

 

Gracias por la lectura y el comentario.
Supongo que como la manera de caminar y tantas cosas, la perciben los que miran y la propia persona no es consciente. A menos que la tenga muy clara ylo logre dominar. (no es mi caso)

Saludos.

 

Es que ya había un caracol encargado de dar el mensaje y quise variar...
Además pensé que los cangrejos harían sonar sus castañuelas mietras bailan y quedaria fabuloso.
Pero la razón de peso que me decidió es que no se imagina el cachet que me pedía el ballet de caracoles por aparecer en un renglón apenas....
Una locura...