Cuando el amor no entra

Cuando el amor no entra
nos queda la esperanza de que podría entrar.
Así, en fuego fosforescente o cadenillas de plata,
en fina vanidad de tiempos desolados
o en vuelos distraídos donde reposan tinajas de café.
Sin embargo, el aullido eleva a otro conducto,
no corre el llanto, no derrama su boca de vitriolo
y huye como una esponja huye del agua que la ahoga:
asilo perforado y pupilas moradas estirándose,
paredes rotas
espejismos finísimos desbaratando el alma;
aquí otro cuerpo, otro alambre entre las tripas.

Pero escucha, amor mío: escucha.
No empujes, no lo empujes que no va a entrar.
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Jeison Villalba.​

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*(Inspirado en la canción "Cuando el amor no entra" de Gabo Ferro)

 

¡Pero si parece floreo con el estilete!

Siempre franco y siempre de frente, Jeison.

Por mucho que se intente la vaina tiene que ser hecha a la medida del acero. De otra manera una se rompe y el otro se oxida.
Tus letras tienen la manía de halarnos en pensares diestros y a la vez difusos, para que en su contexto encuentre cada quien su camino. Genial.

Un abrazo fraterno desde estos lares del desacuerdo.

 

Muchísimas gracias, estimado César. Aquí mi garganta de cicuta jónica: poco a poco empezando a hablar.
Un abrazo fuerte.
Jeison.

 

Si cuando el amor no entra ni bueno es empujar pues al hacerlo se podrá caer... Te dejo estrellas y reputación amigo...

 

Gracias... Ja! es curioso volver a re-leer estos poemas que, hasta yo mismo extraño el tiempo en que los escribí.
Beso.