Cuarto escalón

Cuarto escalón

Pernoctar desde el silencio,

pretendiendo que la habitación

tiene ojos en el techo, telarañas en el piso

y en medio una densa niebla de soledad.

Tengo ocho metros de distancia

al espejo que refleja el anonimato

de los muertos, sin embargo cuando

me despierto del lado derecho de la cama

reza el epitafio que inverosímilmente

dilucida un tanto de cordura:

“aquí yace la consecuencia del olvido,

la pesadilla del cuento, el terror de los pájaros”.

De nuevo mayo con veneno en la lengua…​

 

Cayendo desde el escalón...

De nuevo mayo, con sus flores y sus espinas, teje su tela de araña en los corazones.
Las palabras, como gotas de rocío, caen sobre las hojas de los días, a veces dulces, a veces amargas.
Pero no temas, querida amiga, pues también en mayo florecen los sueños.

​

 

Muchas gracias, Alde, saludos.

 

Gracias por el detalle de tu comentario estimado Marcos.
Un gusto tenerte por acá, un abrazo fraterno.

 

La insistencia del recuerdo indisoluble, que ocupará inmisirecorde ese lado izquierdo de la cama. Una bella metáfora, Rosmery. Mis saludos,
miguel

 

Muchas gracias José, muy amable en comentar.
Un abrazo de vuelta!