Cuna de centauros (soneto)

Muchas gracias, querida Zulcas, me debo disculpar de no haber leído toda tu obra publicada acá, pero sí parte de ella y lo que he leído me basta para admirarte también; eres una excelente poetisa y una persona muy amable,
un beso,
Eduardo.

 

Muchas gracias, estimado Legaqui, por tus atentas palabras,
un abrazo,
edelabarra

 

Muchas gracias, querida Génesis, tenerte por aquí, también es estrujante, como tus cálidas palabras;
un beso,
Eduardo.

 

Muchas gracias, Dany por tus palabras y por ese recuerdo de tu infancia;
algo parecido me pasó cuando hice el servicio militar en caballería,
porque había muchos soldados que nunca habían subido a un caballo,
cuando a la orden de ¡Montar!, se produjo un desbande general,
con muchas risas y caídas...
Un abrazo,
Eduardo.

 

Muchas gracias, estimado Salerin, la mejor escuela es montar sin estribos, uno se debe acostumbrar a mantener el equilibrio y formar parte de la cabalgadura, jaja, aunque cueste un par de caídas.
Un abrazo,
Eduardo.

 

Gracias, querida Vivianne, cuánta razón tienes,
justamente en estos días, tenemos flor de jineteada
y parece que vamos a tener más aún;
te mando mi abrazo, con cariño,
dondequiera que estés.
Eduardo.

 

Muchas gracias, querida elisalle,
pero no seas tan formal conmigo,
que me siento distanciado...
Me alegra mucho
que te acerques a leer,
es un privilegio;
Un abrazo,
Eduardo.

 

Querida Hada, pienso,
y tu gusto por las costumbres argentinas me lo confirma,
que deberías no ser tan nocturna y silenciosa
sino que deberías salir más al campo
y aprovechar esa libertad y belleza que nos brinda;
perderle el miedo a los caballos,
cansarte más físicamente,
tomar más sol y mate (aunque eso ya lo hacés),
tener más amigos "outdoors"
y aprovechar esa maravillosa juventud que tenés
en una vida más sana, dejar el pucho y bueno... ya me pasé,
me fuí de jurisdicción;
te lo digo porque deseo lo mejor para vos;
no son mis nietos,
sino hijos de mi sobrino,
pero muy parejos con mis nietos;
con el país y sobre todo con el campo, no hay que divorciarse, hay que comprometerse;
un beso,
Eduardo.

 

Muchas gracias, estimado Ricardo,
por tus elogiosas palabras,
un abrazo,
edelabarra

 

Gracias, estimado Ñonguito, pero se trata de algo más que recuerdos infantiles; modestia aparte, se trata de una tradición agrentina de siglos, que la coloca en la cúspide de la hípica mundial, como se puede observar en su supremacía, por ejemplo en el deporte del polo, pues es tal el semillero de jinetes, que la calidad final es insuperable.
Un abrazo,
edelabarra

 

Hace un mes vendí la yegua y hace una semana puse en venta al doradillo mestizo de criollo, hermoso y noble animal con perfil polero si no fuera por el defecto de pegarse espantadas cuando hay viento y vuela un papel o un polietileno. Por este motivo me tiró estando yo distraído y ya relajado muy cerca de casa al volver de un paseo solos el año pasado. Como arrepentido retornó pronto y se quedó paradito al lado mío para que lo volviera a montar. Todo bien, pero el hombro me dolió 8 meses...
Después de leer tu poema se me pianta un lagrimón... por haber vendido la yegua tostada y por intentar desprenderme del doradillo.
¡Si me vuelve a tirar va a ser culpa tuya y de tu poema Eduardo!!!!
Abrazo
Ricardín

 

Gracias, Ricardín,
veo que sos un criollazo de pura cepa,
entonces habrás captado el orgulloso soneto que intenté;
cuando se empieza de muy chico,
las experiencias se vuelven parte de uno;
un abrazo,
Eduardo.

 

Impecables!!!! ¿Hay algo más que se les pueda pedir a estos versos? Sólo el aplauso…

 

Muchas gracias, amigo Salvador,
por tus aplausos,
me alegro que hayas quedado satisfecho,
eres generoso;
un abrazo,
edelabarra

 

Eduardo:
Veo que tendré que cabalgar por este foro, pues no solo
de amor vive el poeta...

Excelente soneto... ya lo dijeron todos...

Saludos cordiales.

El Armador de Sonetos.

 

Muchas gracias, estimado Angel,
bienvenido al foro,
acá tratamos bien a la gente que se acerca;
un abrazo,
edelabarra